Olímpica Valverdeña y La Palma, además de la rivalidad que mediará a lo largo del juego, saldrán a no darse tregua en el duelo provincial que les depara el grupo I de la División de Honor Sénior. Tanto valverdeños como palmerinos llegan a este enfrentamiento en un momento dulce de juego -los dos ganaron en la anterior jornada- a una confrontación en la que el gol se puede pagar a un precio muy caro.

Esta claro que el equipo valverdeño, con la vuelta de Federico Martínez Gámez a su banquillo, ha subido su nivel competitivo tal y como demostró sacando los tres puntos del siempre difícil terreno del Rota. Pero es que el cuadro condal lleva varias semanas enganchado a los buenos resultados y ya se encuentra en la octava plaza de la clasificación.

Entre los contendientes la moral es alta, circunstancia que sin duda les ayudará a la hora de perseguir un resultado positivo que les conceda posibilidades de escalar puestos en la lista clasificatoria.

Con el sabor amargo que le dejó el empate sin goles contra el Viso, se desplazará el Cartaya hasta la cancha de la Roteña, contrario que no anda nada fino, es tercero por la cola, y al que los entrenados y dirigidos por Manuel Juan Limón tratarán de sorprender sobre su siempre complicada y difícil cancha.

El objetivo del cuadro cartayero no es otro que el de rentabilizar el punto de la semana pasada, pero para hacerlo está obligado a traerse el premio mayor de un partido propicio, a priori, para buscar la reacción que le permita seguir enganchado a los primeros puestos de la tabla del grupo.

Bastantes menos facilidades encontrará el Pinzón. Delante estará el Conil, rival que el fin de semana pasado fue capaz de hacerle una manita (5-0) al Almodóvar del Río y que se encuentra justo por encima del ecuador de la clasificación gracias a los dieciséis puntos que tiene en su haber.

El conjunto palermo plantó batalla al Pozoblanco, pero una vez más no alcanzó la meta de sumar con la que encaró ese partido. A los dirigidos por Mikel Gandarias ahora les toca ganar o ganar, y aunque el equipo conileño no será precisamente un regalo, los jugadores palermos llegan al envite muy bien mentalizados y dispuestos para acometer sin desmayo la tarea de superar al contrario que les llega.

Toda ayuda será poco para el Pinzón, pero la principal la tendrá por parte de una fiel afición que siempre está a su lado.