Sabadell- Recreativo

Ocasión perdida (1-1)

  • El Decano no puede con un rival con diez desde la primera parte y que se quedó con nueve al inicio de la segunda. A pesar del control y el dominio, no encontró la claridad ni la profundidad necesarias para ganar.

Una ocasión perdida. Contra nueve jugadores, más que un empate fueron dos puntos menos. El Recre dejó escapar una ocasión clarísima para sentenciar su permanencia en la categoría y centrarse sin apuros en el futuro. Lo tuvo todo de cara, pero se ahogó en su superioridad, se asfixió en su propio ataque.

El choque se puso muy pronto de cara. Comenzó igualado y sin un dominador claro, con dos conjuntos queriendo marcar el ritmo y con un Decano cerrando bien. 22 minutos estuvo el Sabadell con once hombres. Lo que tardó Chuli en ganarle la partida a Samu y mandarlo a la ducha. La entrada fue clara y el penalti más aún. El asistente le escamoteó la pena máxima a los recreativistas después de señalarla dentro.

Con uno más el choque cambio radicalmente. El Recre pasó a dominar la pelota en mayor medida, mientras los vallesanos se aprestaron al contragolpe y la salida con velocidad a la espera de una oportunidad.

Y la tuvieron y vaya si la aprovecharon. Un centro desde el lateral de Ramírez lo cabeceó Aníbal de forma impecable al fondo de la portería de Cabrero. Mal los centrales en una acción en la que el atacante arlequino le ganó la partida a losa zagueros albiazules de forma clara.

Un rival en inferioridad numérica que se adelanta y un equipo que no atraviesa su mejor momento. Los ingredientes perfectos para la duda. Sólo un camino para despejarla, el ampete por la vía rápida. Llevaba Jonathan Valle toda una vuelta sin marcar. No lo hacía desde el choque de la ida contra el Sabadell. El cántabro apareció cuando más lo necesitaba el Decano para poner el reloj a cero en el minuto 39. Apenas tres después del tanto local.

La igualada sentó peor que la expulsión al conjunto arlequinado. El Recre se fue arriba. Apretó el acelerador y encerró a su oponente en los instantes finales. Chuli tuvo en su cabeza darle la vuelta al choque. Nauzet replicó con una mano espectacular en el 45'. Habría sido la puntilla anímica para los catalanes en un momento determinante del duelo.

Nauzet creció tras el descanso. El cancerbero canario se convirtió en el mejor arlequinado. Detuvo una clara oportunidad a Chuli en el 51. El onubense ganó la espalda a los defensores y a la media vuelta se encontró con el portero.

Siguiendo el guión de la primera vuelta, los locales se quedaron con dos menos. Juanjo vio la segunda amarilla a los 56 minutos. Mejor, imposible. Era cuestión de tener paciencia, cabeza y la capacidad necesaria para abrir a un equipo que como era lógico encerró en su área. No era para menos.

El Sabadell se olvidó de atacar. Se replegó todo lo que pudo y, como en la primera parte, a esperar un milagro arriba. Ramírez en el minuto 77 firmó el único disparo claro del segundo tramo local.

El resto fue un monólogo sin pólvora de los albiazules. Sergi ordenó mover el banquillo. Retiró a Chuli, con tarjeta y metido en todos los fregados, para abrir algo más el campo con Arana. No le salió la maniobra.

El Decano se atascó en su propio ataque. Ni siquiera con Jesús Rubio en el campo encontró la claridad de ideas necesaria para abrir el entramado arlequinado. El Recre circuló y circuló sin profundidad en los metros finales y, cuando superó la línea de zagueros vallesanos, se encontró con el acierto de Nauzet.

El canario controló el nervio de su equipo, del rival y el reloj. Tuvo en sus manos el partido y lo agarró para salvar al menos un punto.

El Decano naugrafó en su intento de superar a un equipo con nueve hombres que se defendió bien, pero no tanto como para evitar la derrota. Mucho más demérito albiazul fue la igualada que virtud del Sabadell. Contra un equipo en tal inferioridad todo lo que no sea sumar los tres puntos es dejarse el botín por el camino. En la Nova Creu Alta se quedaron dos puntos que debieron ser onubenses.

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