Tenis

Nadal no da opción a González y se jugará el título con Djokovic

  • El español arrolla al chileno en dos sets por un doble 6-3 e intentará conquistar por cuarta vez el Torneo de Roma.

El número uno del tenis mundial, el español Rafael Nadal, aplastó este sábado con facilidad al chileno Fernando González por 6-3 y 6-3 en una semifinal de trámite del Masters 1.000 de Roma y disputará mañana la final del torneo contra el vencedor del año pasado, el serbio Novak Djokovic.

Nadal luchará por embolsarse mañana los 2,75 millones de euros con los que está dotado el campeonato romano contra un Djokovic pletórico después de ganar hoy al suizo Roger Federer su semifinal en un duro partido en el que la interrupción de la lluvia fue clave.

El español ha sido el jugador más sólido del campeonato, no ha cedido ningún set y tampoco se ha encontrado a nadie que le ponga en ningún aprieto serio durante su camino a la final.

En su semifinal, el número uno del tenis mundial se dio prisa en acabar con el trámite, sacó la apisonadora y aplastó a González, todo un número 13 de la ATP, con una facilidad pasmosa.

Nadal jugó un muy buen partido, pero González contribuyó a su éxito con un planteamiento kamikaze, imposible de tener éxito contra el mejor jugador del circuito.

Nadal y González comenzaron a jugar el primer set con mucho respeto muto, ganando sus servicios pero sin arriesgar demasiado, como si se estuvieran tomando la medida.

Pero el chileno se dio cuenta pronto, con el 2-2 en el marcador, de que ésta estrategia no le llevaría a ningún lado contra el número uno mundial, por lo que decidió soltar el brazo para ver si tenía una buena racha.

Baile de 'breaks'

Entonces comenzó una rocambolesca fase del partido, con un baile de roturas de saque que dejó al español mandando en el marcador por 4-3, después de romper el servicio de González por dos veces consecutivas.

El chileno no cambió su estrategia alocada y siguió dando palos.

Cuando no le entraban perdía el juego, pero cuando la bola botaba dentro también perdía, porque Nadal las devolvía todas, convertido en un muro.

González tiró el primer set a la basura y ni siquiera se recompuso con el inicio de la segunda manga.

En muy poco tiempo, Nadal se puso 3-0 en el segundo set y desde entonces para todo el público el partido ya estaba acabado.

González se hizo con el siguiente juego con un tenis deslavazado pero efectivo, alguna dejada de bella factura incluida.

Pero al español le daba igual, con el partido totalmente encarrilado se limitó a continuar con su juego y solventar rápidamente el partido pensando ya en la final de mañana contra Djokovic.

El jugador chileno tuvo la suficiente presencia de ánimo como para maquillar el resultado y hacer un tercer juego en la segunda manga, pero Nadal pisó un pelín el acelerador y cerró el partido por la vía rápida con una dejada que puso el doble 6-3 en el marcador.

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