El Nerva Club de Fútbol ha recibido la Medalla de Oro de la Real Federación Andaluza (RFAF) con motivo de la celebración de su centenario, en una emotiva gala a la que no faltaron jugadores, directivos y aficionados de diferentes épocas. Un acontecimiento histórico completado con la presentación del libro 100 años tras un balón, de José Luis Lozano, y el merecido homenaje a futbolistas y directivos que marcaron una época.

El presidente de la Federación Onubense de Fútbol, José Antonio Fernández, en representación de la Andaluza, entregó la máxima distinción que otorga el fútbol andaluz al presidente del Nerva CF, José Manuel Domínguez, ante el aplauso unánime del abarrotado teatro Victoria, que acogió el evento. Fernández hizo un alegato en defensa del fútbol amateur, así como de cuantos colaboran diariamente en su mantenimiento, a la vez que se felicitaba por contar en tierras onubenses con cinco clubes centenarios. "En nuestra provincia tenemos motivos para sentirnos orgullosos de este tipo de gestas. El Recre, Riotinto Balompié, La Palma, Zarza y, ahora, el Nerva son buena prueba de ello", dijo.

En este mismo sentido se pronunció el presidente del Decano del fútbol español, Manuel Zambrano, que felicitó al Nerva por entrar en el selecto club de los equipos centenarios. "En España se pueden contar con los dedos de las dos manos los equipos con historia centenaria. Hechos como estos engrandecen a sus ciudades y habitantes", destacó.

El presidente del club local, hijo del exalcalde de Nerva, Domingo Domínguez, apeló al sentimiento de pertenencia al equipo como base para el sostenimiento de este tipo de clubes y aprovechó la ocasión para demandar a las autoridades presentes un nuevo césped para el Complejo Municipal de Deportes Antonio Galindo. "Necesitamos un césped a la altura de este club centenario", reclamó.

Pasado, presente y futuro, representados por el exjugador, José Antonio Cortés, el capitán actual del Nerva, Pablo Palomares, y el infantil del CD Marismillas, Ángel Blanco, coincidieron en el significado de equipo como pieza clave para alcanzar el éxito. "Equipo, equipo y equipo, esa es la base de todo", repetían una y otra vez.

El acto sirvió también para rendir un más que merecido homenaje a los jugadores, entrenadores y directivos más veteranos. Fue un día de ansiados reencuentros, de intercambio de experiencias entre generaciones y de memoria compartida, tal y como recordaba la concejala de Deportes de Nerva, Antonia González.

El fútbol ha tenido un peso indudable en la localidad minera. La influencia de los británicos que explotaban las minas de Riotinto por aquel entonces fue decisiva para la consolidación de este deporte en la zona. De hecho, las primeras noticias de la práctica de este deporte en Nerva datan de principios del siglo XX, según se ha podido constatar en diferentes documentos y publicaciones de la época. Por aquel entonces llegaron a coincidir numerosos equipos, como el Patria FC, el Calavera FC, el Betis Nervense, que finalmente se unificaron en 1917 para formar lo que hoy en día conocemos como Nerva CF.

Tras el obligado y luctuoso paréntesis que supuso la Guerra Civil, el fútbol regresa con el brío y la fuerza que le dan la práctica generalizada y la popularidad adquirida en todo el país. El Nerva CF seguiría haciendo historia pero de una forma intermitente hasta que a mediados de los setenta, bajo la presidencia de José Gallardo, se inicia uno de los periodos más dorados.

Durante la nueva etapa presidida por Francisco Escobar comienzan a realizarse importantes fichajes de jugadores foráneos, además de contar con canteranos que ya apuntaban buenas maneras como Galindo y Muñiz o los porteros, Alcázar y Manolo. Y es que los jugadores también han sido pieza clave en la historia de la evolución del fútbol nervense. Buena prueba de esto son los nombres de leyenda que para la historia local dejan hombres como Iluminado Carrión, los hermanos García, Toli, Ignacio o Segovia, por poner algunos ejemplos.

Después de esa floreciente etapa, se inicia un nuevo periodo de decadencia a partir de la década de los 90 con continuas subidas y descensos de categoría. En la actualidad, el número de socios y el de asistentes a los partidos del equipo es muy reducido si lo comparamos con su época más dorada, pero la ilusión y el empeño de los jóvenes canteranos por seguir haciendo historia hace pensar que un futuro mejor está por llegar.