Recreativo

El Málaga deja K.O. al Decano

  • Los onubenses, tras perder en Madrid con el Atlético, sufren un cambio radical y desaparecen totalmente como equipo

Al Recreativo de Huelva se le hizo de noche. Y no por jugar en horario nocturno. Lo cierto es que la derrota -goleada- sufrida en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid (4-0) fue un trauma para los onubenses, del que aún no parecen recuperados. Desde ese momento, el equipo ha ido perdiendo identidad, dejando atrás las buenas sensaciones de la pretemporada, hasta convertirse en un conjunto sin ideas, sin norte y completamente a merced de los rivales.

El varapalo ante el Atlético de Madrid fue una antes y un después en la trayectoria albiazul, que alimentó las dudas y que empezó a socacar las fundadas ilusiones que se habían forjado con antelación.

Ante el Athletic de Bilbao el Recre jugó a arreones, mostrando con cuentagotas las credeciales que le habían caracterizado en el inicio de la competición, y aunque no mereció otra cosa que no fuera ganar, el empate final -justo hay que decirlo producto de un error puntual de un jugador, en este caso Riesgo-, acrecentó esas dudas que a la larga han ido cercenando el estilo de juego inicial.

Luego en Almería se vio un equipo mucho más encogido que en partidos anteriores. El Recre nunca dio la sensación de poder hacer algo más que lograr un empate sin goles, y aunque se aplicó perfectamente a ese cometido, ese día se topó con el imponderable de una actuación arbitral que no le miró con el mismo rasero que al rival.

Con dos jugadores menos el Decano afrontó un excesivo tiempo de prolongación, que fue donde se confirmó su derrota con un gol de Negredo.

Así las cosas, el partido ante el Málaga se planteó, y eso que era la sexta jornada, como una final. Los albiazules, además, llegaron al encuentro muy mermados por las ausencias. Lo que ocurrió a partir de los cuarenta segundos fue la debacle.

Y es que el Recre, desde la doble derrota ante el Espanyol y el Atlético de Madrid, ha ido perdiendo su identidad. El equipo confiado, sólido y con pocas fisuras a la hora de defender, pasó a ser un conjunto vulgar, sin norte, roto, sin capacidad de sorpresa y muy previsible. Jugó en su contra las ausencias, pero nunca encontró la posibilidad de romper el guión de los partidos con alternativas. Salvo el día ante el Athletic cuando se quedó Jesús Vázquez como único mediocentro, cualquier corrección que se hizo en el equipo, o no lo mejoró o a veces hasta lo empeoró.

El punto final fue el encuentro ante el Málaga, en el que los albiazules se vieron desbordados desde el inicio, a merced de un rival justito de fútbol y al que le bastó con aplicar velocidad y sentido común para lograr una victoria amplia que aún pudo ser mayor de no haber mediado una buena actuación del meta Riesgo.

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