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Lento de ideas y sin intensidad

  • La madurez del Alcorcón fue suficiente para controlar el partido con comodidad y luego reaccionar ante la pasividad de la defensa rival · El equipo recreativista resultó previsible y torpe en sus acciones

El Recreativo de Huelva no consigue progresar en el Nuevo Colombino y en dos partidos seguidos sólo ha sumado un triste empate ante el Sabadell y ayer se mostró impotente para superar a un Alcorcón serio, disciplinado y maduro, que ganó con lo mínimo y demostrando su identidad. Juanma Rodríguez realizó un cambio en la medular, Zambrano por Ramón Arcas.

La triangulación y movimientos interiores fueron suficientes para desarbolar la lentidud y toques horizontales recreativistas. Matamala sólo reaccionó en fases de segundo tiempo. La parsimonia del Recre llevó a la desesperación entre su falta de equilibrio y el abuso de inclinar el campo hacia un Javi Álamo muy controlado. Los cambios no modificaron la pizarra táctica. El gol de penalti de Pablo Sánchez activó la ilusión, sin llegar a la reacción. El Alcorcón siempre mantuvo el guión del partido hasta culminar sus objetivos.

Defensa

El sistema defensivo no estuvo tan contundente como en anteriores partidos. Manolo Martínez, descentrado y alterado en el primer tiempo. Borda fue el más regular, siendo el más incisivo por sus remates y sus rupturas ofensivas. Córcoles y Fernando Vega se proyectaron por sus bandas sin terminar sus acciones. El gol de Babin resumió la relajación y la falta de concentración defensiva desde la elaboración hasta la ejecución.

Ataque

El Recre cada vez llega menos al área rival en condiciones de hacer daño. Matamala y Zambrano no se coordinaron en el trabajo destructivo, ni encontraron salidas en las opciones de control, lentos y horizontales, sin mirar hacia adelante. Abuso de la banda de Javi Álamo, incluso cuando no está fino. Pablo Sánchez no halló su sitio entre líneas y Berrocal sufrió un desgaste. La reacción ofensiva del segundo tiempo se quedó en el intento. Juan Villar y Fidel, sin profundidad, pese a sus deseos. Un equipo muy previsible, sin intensidad ni presión para llevar un ritmo adecuado de juego.

Virtudes

La perseverancia para despertar con timidez en ataque en el segundo tiempo.

Talón de aquiles

La fragilidad defensiva en las acciones de los dos goles encajados y el desequilibrio táctico.

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