Huelva festejó por todo lo alto el título conquistado por la selección española de fútbol en el Estadio Olímpico de Kiev. Miles de aficionados siguieron la final de anoche frente a Italia en la Avenida de Andalucía de la capital onubense, en una iniciativa promovida por el Recreativo.

El Decano, tras el éxito obtenido en el encuentro de semifinales, decidió trasladar la fan zone desde la plaza de La Merced a esa arteria de la capital onubense, hasta donde acudieron miles de personas. Allí la empresa Proinso instaló una pantalla gigante de 4x3 metros de 5.500 nits y un espectacular equipo de sonido con 30.000 vatios. También había una barra donde se podían adquirir consumiciones e incluso un mercadillo.

José Luis Martín, presidente de la Federación de Peñas del Recreativo de Huelva y uno de los consejeros del club albiazul, calculaba que la afluencia de público en la Avenida de Andalucía rondaba "las 5.000 personas".

Desde mucho antes del inicio del encuentro numerosos onubenses, ataviados con camisetas de La Roja, banderas, bufandas, gorros, pelucas y otros muchos enseres con los colores rojigualdas fueron abarrotando el recinto.

La juventud era la nota predominante, aunque hasta allí acudieron familias enteras, algunas con carritos de niños, para no perderse el histórico partido y apoyar desde la distancia al equipo entrenado por Vicente del Bosque.

La fiesta fue histórica y cuando el colegiado portugués Pedro Proença pitó el final del partido llegó el delirio. Los gritos de "¡campeones, campeones!" y las muestras de alegría fueron las notas dominantes. España conquistó anoche la triple corona, enlanzando Eurocopa, Mundial y Eurocopa consecutivamente, algo que nadie había conseguido hasta ahora.

Desde antes del inicio del choque se sucedían los gritos de ánimo a la selección, como el clásico: "Yo soy español, español, español", mientras se ondeaban las banderas y sonaban bocinas, pitos y algunos instrumentos de percusión.

A diferencia de la final de 2008 en Viena (Austria) y la de 2010 en Johannesburgo (Sudáfrica), el encuentro de ayer fue bastante tranquilo para los aficionados al fútbol de Huelva... y de España. Hace cuatro años, la selección se impuso a Alemania con un gol de Fernando Torres y en el Mundial se sufrió de lo lindo hasta que Iniesta provocó el delirio con su gol en la prórroga frente a Holanda. Ayer, en cambio, los onubenses apenas sintieron nervios. Quizá al principio del partido.

Al filo del cuarto de hora Silva cabeceó a la red el 1-0 provocando los primeros gritos de júbilo. Poco antes del descanso Jordi Alba, tras una espectacular jugada, batía por segunda vez a Buffon, encarrilando la final. Entonces sonaba con fuerza desde la megafonía: "Sube la mano y grita gol", de David Bisbal y el dúo Cali & El Dandee.

El descanso sirvió para recuperar fuerzas y también para que la Fundación Recre lanzara diversos anuncios sobre la campaña de abonados del Decano.

La segunda parte fue aún más tranquila. La lesión de Motta dejó a Italia en inferioridad numérica, pues Prandelli ya había agotado los cambios. El equipo transalpino se quedó muy tocado, no sólo física sino también anímicamente.

Y más cuando Torres hacía el 3-0 convirtiéndose en el primer jugador que marca en dos finales de la Eurocopa. Entonces ya se lanzaban cohetes y bengalas al cielo de Huelva. Poco después, cuando Iniesta fue sustituido, se llevó una ovación de gala.

El tanto final de Mata fue el prólogo de la fiesta, que vivió otro de sus puntos álgidos cuando Iker Casillas levantó la copa de campeón al cielo. Luego continuó en diversos puntos de Huelva, con la fuente de la Avenida de Andalucía como epicentro y muchos onubenses bañándose y festejando el nuevo éxito de La Roja. Algunos celebraron el título hasta el amanecer. Y es que el sueño se hizo realidad: España logró la triple corona.