Fútbol l Tercera División

Gran triunfo del mejor Ayamonte

  • El conjunto de Manolo Toledano superó ayer a la Balompédica Linense en su partido más destacado de la temporada con un gol de Juan Antonio y pese a haber desperdiciado un lanzamiento de penalti

El Ayamonte ha despedido el año con una gran victoria sobre la Balompédica Linense. Grande por los tres puntos, por la entidad del rival y, sobre todo, por la forma de conseguirla. De hecho, el encuentro de ayer es el mejor del cuadro rojillo hasta la fecha esta temporada. La afición local así lo reconoció y premió con fuertes aplausos, tanto en el descanso como al final del encuentro.

Y eso que desde el principio se comprobó cómo el equipo campogibraltareño llegó a Huelva con la lección aprendida y las intenciones muy claras. El tropiezo de la semana pasada con el Cartaya en su campo les dolió especialmente, después de que les dejara sin una victoria que creían en su bolsillo sin complicaciones

La Balona venía herida en su orgullo y por ello se echó arriba en busca de goles y los tres puntos, dominando al Ayamonte, a cuyos jugadores atenazaron los nervios en los compases iniciales.

El cuadro linense tenía el balón y acosaba el portal ayamontino, pero córner tras córner la zaga y el portero locales fueron expeditivos, sacando el peligro con balones dirigidos a sus delanteros, que se rompían el alma para conseguir el contragolpe eficaz.

Así fue cómo en el minuto 23, en una de estas jugadas, se produjo una zancadilla sobre Rubén Barba en el área visitante que el árbitro consideró penalti. Parecía una jugada clave para el partido, y lo fue porque el cuadro ayamontino desperdició una inmejorable ocasión para encauzar el partido. El mismo Rubén Barba se encargó de lanzarlo, con una paradinha previa en la que no cayó el meta David Pérez, veterano ilustre que aguantó bien y detuvo el disparo con gran acierto.

Mal sabor dejó entre los rojillos esta oportunidad, que a tenor de lo visto, iban a ser pocas ante un rival del potencial de la Balona, con un presupuesto que ronda los 200 millones de pesetas. Sin embargo, el cuadro ayamontino no se vino abajo y mantuvo sus intentos de acercamiento a la portería visitante.

En la segunda parte cambió el decorado ligeramente, a favor del cuadro fronterizo. Los jugadores dejaron el nerviosismo en la caseta y parecían salir más convencidos a por un triunfo. Así, las jugadas de ataque alternaron las dos porterías, hasta que en una de ellas por fin cayó el fruto del lado local.

En una jugada por la derecha del ataque ayamontino (56'), el balón acaba centrado a la misma cabeza de Juan Antonio, quien, viniendo desde atrás, conecta un espléndido testarazo al fondo de las mallas. La estirada del cancerbero fue inútil, y el público aplaudió a rabiar, aun sabiendo todo lo que faltaba para la conclusión del partido.

El técnico visitante movió fichó quitando a dos defensas, Guerra e Ismael, para dar entrada a otros dos hombres de vanguardia, Coco y Noel. Pero estaba visto que poco podían hacer los intentos linenses por el gol, con un equipo ayamontino que en esta ocasión trabajó de forma perfecta, desde el portero hasta el delantero más adelantado. Todos se fajaron en tareas defensivas para retener los tres puntos en su poder.

Pero en medio de esta labor de contención, todavía pudo ampliarse la ventaja ayamontina en el marcador cuando en el 77' Flores se plantó solo ante el meta David Pérez, un poco escorado, disparando a puerta con pocas opciones al no ver cómo dos compañeros suyos le seguían más atrás, en una posición inmejorable para transformar el avance en el segundo tanto local.

De ahí al término del partido, todo fue un querer empatar por los visitantes, y un poder aguantar estoicamente el resultado por parte del Ayamonte, con buen juego, buena armonía y sudor de camiseta.

Esta vez no se puede destacar a ningún jugador concreto del Ayamonte, porque habría que destacar a todos con un sobresaliente.

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