El tridente del Espanyol, Gerard Moreno, Sergio García y Leo Baptistao, solucionó el partido del RCDE Stadium en media hora y el Málaga, ya descendido, sólo pudo maquillar el marcador de penalti, antes de que Piatti cerrara el festín con el 4-1, también de pena máxima.

Siete minutos tardó el Espanyol en dejar claro que el encuentro era una fiesta privada. El Málaga estaba, pero el anfitrión quería los focos. Gerard Moreno, el de siempre, marcó su decimosexto gol en la Liga. El atacante lo intentó dos veces ante Prieto y aprovechó bien el rechace para firmar la diana. El cuadro malagueño apenas creó dificultades al conjunto catalán. No fue una sorpresa que Sergio García consiguiera el segundo tanto del partido en el minuto 26: el ariete aprovechó un centro raso de Baptistao para rematar desde el suelo. En el minuto 39, el Málaga, más incisivo en los últimos compases antes del descanso, recortó distancias de penalti por medio de Adrián.

Tras la reanudación, el Espanyol mantuvo las revoluciones altas: quería más tantos en su despedida como local. El tridente mantenía el pulso a Prieto. El Málaga, por su parte, intentaba con balones largos reducir distancias. Lo probó de cabeza En-Nesiry, sin puntería en el remate. Así, la insistencia de los locales acabó con premio en forma de penalti. En el minuto 78, Piatti, que volvía tras lesión, consiguió el 4-1 con un disparo ajustado al palo y el marcador ya no se movió más.