Soberbio, épico, trabajado y por supuesto sufrido son algunos de los calificativos que se le puede añadir al triunfo que el Pedro Alonso Niño conseguía (28-27) ante el Universidad de Granada en la tarde de ayer sábado en Moguer. Fue la primera victoria de los moguereños frente a los granadinos en sus enfrentamientos en Primera, un triunfo en un gran partido donde el cuadro amarillo tuvo enfrente a un rival que mostró el gran juego que le ha situado líder del grupo. Pero como todos los equipos tuvo un pequeño bache que los jugadores locales aprovecharon para dar la vuelta a un encuentro en el que llegó a estar 5 goles por debajo mediado el segundo tiempo, pero en el que nunca se entregaron ya que buscaban una victoria que acabarían consiguiendo. Este triunfo es un grato regalo de Navidad para los aficionados que presenciaron el partido y que animaron a su equipo, entre los que volvieron a destacar los integrantes de la recién creada peña Furia Amarilla.

Fue un partido con dos partes diferentes y unos mismos protagonistas durante los 60 minutos, los colegiados, que no estuvieron nunca a la altura del mejor partido jugado por los moguereños en casa esta temporada, en el que acabaría ganando gracias a la buena actuación colectiva en defensa. En este sentido, destacar la actuación de los porteros, defensa desde la que se cimentó una victoria que en ataque no rayó al mismo nivel, con fallos que impedían acercarse al Pedro Alonso Niño al Granada en el marcador. Fue un irregular juego de ataque que deslucía el trabajo defensivo, y donde una semana más el referente fue Sergio Cruzado, quién a pesar de sufrir una defensa mixta en los últimos minutos, fue el revulsivo que llevó al cuadro amarillo a la victoria

Las defensas fueron las protagonistas frente a los ataques en una primera parte donde la alternancia fue la nota dominante. En los primeros 30 minutos, la mayor consistencia del ataque visitante le permitió colocarse por delante mediado el primer tiempo con ventajas que oscilaron entre uno y cuatro goles, para llegar al descanso con una renta de tres tantos, 11-14.

El Pedro Alonso Niño tras el descanso siguió con una defensa consistente pero insuficiente para detener las internadas por los extremos de los granadinos, un juego de ataque que en un principio no conseguían parar. Si bien el Granada vería cómo cambiaría el rumbo del partido a falta de 10 minutos. En el 50 Lauro, con 23-24 en el marcador, detuvo un penalti que iba a permitir en la jugada siguiente empatar el partido con gol de Sergio Cruzado, gol que situaba al cuadro moguereño en el camino de la victoria.

El Universidad de Granada no supo rematar el partido frente a un Pedro Alonso Niño cuyos jugadores, a pesar de las dificultades, creyeron en sus posibilidades y supieron aprovecharlas en un final de infarto. Entonces a falta de 5 minutos se colocaba por segunda vez por delante tras el 2-1 del minuto 2, 26-25. Y acabó imponiéndose por la mínima 28-27 en un encuentro que pone un brillante cierre a una primera vuelta que deja al cuadro moguereño metido de lleno en la pelea por las plazas de ascenso con toda la segunda vuelta por disputar.