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Duelo por tres bocanadas de oxígeno

  • Sempiterno colista El Levante ocupa la última posición de la tabla desde el comienzo del campeonato Respirar tranquilo El Decano busca asegurarse un final de año sin sobresaltos y distanciar de forma importante a un rival por la salvación

Ganar para tomar aire, para alejarse de una forma importante de la zona de ascenso, para romper el grupo de equipos que cohabitan en las inmediaciones de la zona crítica, para condenar al colista y para darle la puntilla al Levante, un rival directo en la lucha por la salvación. Son muchos los factores que hacen del duelo de esta tarde en el Ciudad de Valencia un choque trascendente.

Un enfrentamiento entre un equipo en puestos de descenso y otro que ocupa el límite de la zona roja es siempre un duelo dramático, en el que el margen de error es mínimo puesto que lo que hay en disputa es nada más y nada menos que la propia supervivencia. Para Levante y Recreativo no cabe otro resultado posible que la victoria.

Los azulgrana saben que no hacerlo sería despedirse prácticamente de dar caza a un oponente. Se quedarían a once puntos de los onubenses. Por mucha Liga que aún restase, tendrían que rozar la perfección para enjugar esa distancia. Es la lectura opuesta a la que se hace desde Huelva. Cuanto antes quede una plaza más o menos asignada mejor será. Si después de este partido el Levante queda en una posición delicada, sólo habrá que pensar en dos rivales más. No es otro el objetivo que lograr al final de la Liga ocupar una situación similar a la que se tiene al comienzo de la jornada.

Convergen en Valencia dos dinámicas similares en resultados. Tanto el Recreativo como el Levante están en un buen momento, bastante mejor que hace unas semanas. Albiazules y azulgranas han sumado dos victorias de forma consecutiva en sus respectivos terrenos de juego.

Esto en el caso onubense ha permitido salir de la zona de descenso y tomar aire. En cambio, los valencianos no han sido capaces jamás de abandonar la última plaza. Sempiterno colista de la categoría, le cuesta una barbaridad acercarse a los que les precede y mejor ahora que parece volver a respirar para terminar de eliminarlos de la carrera por estar la temporada que viene de nuevo en Primera División.

Para hacerlo, el Decano debe dar un paso más en su recuperación futbolística. No gana lejos de casa en Liga desde el pasado mes de septiembre, cuando se impuso al Deportivo de la Coruña con solvencia en Riazor. Debe recuperar su mejor tono como visitante. Es vital para lograr la victoria y asegurarse de paso un tramo final de año tranquilo.

De sumar los tres puntos en litigio, prácticamente se aseguraría no caer de nuevo al descenso antes de Navidad. Esto le permitiría afrontar los dos duelos siguientes, frente al Atlético de Madrid y en Villarreal, con mucha mayor tranquilidad y confianza. Con dieciocho puntos en el haber, los deberes estarían hechos antes de las vacaciones y todo lo que se pudiera añadir al zurrón sería un regalo extra. Un aguinaldo dulce por Navidad.

La mejor señal de que las cosas parecen que vuelven a funcionar en el Decano es la intención de Víctor Muñoz respecto a la alineación de esta tarde. El preparador aragonés lleva toda la semana ensayando con el mismo once que fue capaz de imponerse al Zaragoza en un meritorio y trabajado encuentro.

Ver por primera vez el mismo equipo es una muestra de seguridad y confianza en el bloque, así como la constatación de que las cosas marchan por el buen camino. Para ello sólo se debe despejar la duda de Martín Cáceres. El uruguayo lleva toda la semana trabajando a menor ritmo por unas molestias en la rodilla que no remiten. En cualquier caso, su presencia en la convocatoria parece despejar la duda.

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