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Del 0-5 al 2-6, de Cruyff a Messi

Si el 0-5 de la temporada 1973-74 sirvió para que el Barcelona acabara con el 'antiguo régimen' del Real Madrid de Santiago Bernabéu, el 2-6 del pasado sábado en el estadio que lleva ese nombre instala al equipo azulgrana en la modernidad y refrenda su ofensivo estilo de juego.

En la cara de los jugadores azulgranas se dibujaba el sábado una sonrisa de satisfacción. Había sido uno de los grandes triunfos de la historia del club, a la altura del 1-0 de Londres que dio la primera Copa de Europa al equipo en 1992 o del 2-1 de París con el que en 2006 logró la segunda Liga de Campeones. Pero el triunfo recuerda sobre todo al 0-5 que el Barcelona le endosó al Real Madrid el 17 de febrero de 1974 con Johan Cruyff sobre el césped del Bernabéu. Fue un hito, un golpe ante un Real Madrid que había ganado seis Copas de Europa y nueve de las últimas 13 Ligas.

Treinta y cinco años después Gerard Piqué entonó el "campeones, campeones" en el vestuario; el técnico, Josep Guardiola, no pudo ocultar su emoción y Xavi gritó "Barça, Barça" ante la prensa. Nada más terminar el 2-6, el barcelonismo ya sabía que no estaba ante un triunfo más, sino ante uno que refuerza sus señas de identidad en el momento más decisivo.

El equipo de Guardiola dio un paso casi decisivo para ganar la Liga y siguió sumando récords camino de convertirse en el mejor equipo azulgrana de la historia a falta de concretar los tres títulos por los que pelea.

Nunca el Barcelona había marcado seis goles en el estadio de su gran rival, que no sufría una sangría así desde la temporada 1950-51, cuando al fútbol se jugaba en blanco y negro.

"Es un momento histórico", dijo el capitán, Carles Puyol. "Una noche inolvidable", señaló el camerunés Samuel Eto'o. "Pocas veces había disfrutado tanto", afirmó Xavi.

La hinchada azulgrana salió a la calle a festejar el triunfo. Lógico, porque restan cuatro jornadas y los siete puntos de ventaja parecen ya indescontables para el Real Madrid.

Como en 1974, la impronta de Cruyff también se deja ver en el Barcelona de Guardiola, empeñado en su primera temporada en un banquillo de Primera División en superar en todo a su maestro holandés. Su equipo suma ya 100 goles en Liga, sólo recibió 28, ha logrado ya un récord de puntos en la Liga española (85) y lleva 146 tantos en la suma de todos los torneos de la temporada.

Guardiola es heredero de Cruyff, quien como entrenador lo hizo debutar a principio de los años '90 para darle la batuta del llamado Dream Team. Pero el ahora entrenador de 38 años ha mejorado el modelo de fútbol ofensivo con orden defensivo.

Y además, sin los complejos que solía mostrar Cruyff cada vez que se asomaba al estadio Santiago Bernabéu.

Tras dos empates seguidos ante Valencia y Chelsea y ante el empuje del Real Madrid, que había recortado la ventaja a sólo cuatro puntos tras 17 triunfos y un empate en los últimos 18 choques de Liga, había alguna duda sobre si el Barcelona podría coronar su peculiar estilo de concebir el fútbol con títulos en una recta final en la que opta a un histórico triplete.

Y el equipo las disipó con una goleada a su manera. Fuera temores, fuera presión, fuera los complejos históricos ante un Real Madrid mucho más laureado en los libros de historia. Y todo, a fuerza de toque de balón y goles.

"Cuando tienen el balón y crean ocasiones, se convierten en un equipo invencible", admitió el capitán blanco, Raúl.

"Es de justicia futbolística", dijo Xavi, tras ver refrendado el modelo azulgrana como lo fue el español en la Eurocopa de 2008. Unas 3.000 personas les esperaban de madrugada en el aeropuerto de Barcelona para celebrar algo más que un triunfo.

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