El peinado fashion, los deslumbrantes pendientes y la sonrisa seductora permanecen invariados en Cristiano Ronaldo. Pero en su primera rueda de prensa en más de un año, otras cosas sonaron muy diferentes. "Me alegro por él y por el fútbol", dijo el delantero portugués cuando le preguntaron por el reciente repóquer de goles de su gran rival, Lionel Messi, ante el Bayer Leverkusen en Liga de Campeones. "No sé si seré capaz de hacer algún día cinco goles. Espero que sí", añadió el jugador del Real Madrid, que a pesar de la magnitud de su fútbol, en los últimos tres años ha visto cómo el astro del Barcelona se llevaba siempre el Balón de Oro.

En su tercera temporada en el Real Madrid, Cristiano parece haberse dado cuenta de la enormidad que supone destronar a un rey como Messi. En otro tiempo, cualquier pregunta sobre el argentino, al que ni siquiera mencionaba nunca por su nombre, se solucionaba con la misma respuesta: "No hablo de los demás". En un espacio de 24 horas, Cristiano y Messi, las dos grandes estrellas y los dos grandes antagonistas del Planeta Fútbol, ofrecieron sendas ruedas de prensa, algo nada habitual. Y no estuvieron demasiado lejos en varios conceptos. "Mis tantos son lo de menos. Lo que siempre miramos es lo colectivo, sin ellos todo lo que he conseguido yo no hubiera sido posible", dijo Messi el lunes.

Ayer, Cristiano aseguró en Valdebebas, centro de entrenamiento de los blancos: "Lo importante es que dentro del campo el ambiente es bueno. Le pediría a la afición que hiciera cánticos no sólo para mí, sino para todo el equipo, porque sólo estando todos juntos podemos ganar títulos".

Poco que ver con aquellas declaraciones en las que dijo: "Me silban porque soy guapo, rico y bueno".

El juego del delantero blanco también ha cambiado en algunos aspectos. Ahora es habitual verlo correr detrás de un rival cuando pierde el balón, o festejar junto a sus compañeros, o dar asistencias. Algo inhabitual la pasada temporada. De alguna forma, y como Messi comprendió desde muy joven, el astro blanco parece haber asumido que la manera más sencilla de conseguir logros individuales como el Balón de Oro es a través de los éxitos colectivos. De hecho, la única forma que Cristiano tiene de "recuperar" el máximo trofeo individual, que ganó en 2008, es si su equipo consigue logros deportivos. Empezando por la Champions.

Mientras, el Real Madrid se agarra a sus 10 puntos de ventaja en la Liga, conseguidos en gran medida por los 32 goles anotados por el portugués en 26 jornadas. Sus números y su actitud provocaron un renovado sentimiento de admiración de su hinchada, crítica con él hasta no hace mucho tiempo: "No sé si se me respeta más, y tampoco es lo más importante para mí. Sentir más cariño, puede ser que sí. En los últimos meses o semanas he oído algunos cánticos y es algo nuevo".