El Cerreño sumó una justa victoria que deja al Tharsis casi sin opciones de lograr la permanencia.

Comenzaba el encuentro con un Tharsis que le metía intensidad a los primeros minutos, a sabiendas que le iba la vida en este partido. Sin embargo, el Cerreño, bien posicionado y con un centro del campo dirigido a las mil maravillas por José Mier, apenas daba opción a los mineros para que se acercasen a la puerta de Javi. Los minutos pasaban y era el cuadro local el que dominaba la posesión de balón, llegando cada vez con más claridad a la portería de Samuel, que veía cómo los cerreños ponían cerco a su puerta cada vez con más continuidad.

Fruto del dominio llegó el 1-0 en el m. 32, cuando José Mier, de fuerte chut y alejado del área, manda un obús que se cuela por la escuadra. Eran los mejores momentos del Cerreño ante un Tharsis al que le costaba asimilar este duro golpe. Mazazo que sería aún más grande cuando en el m. 42 Álex Beltrán, en una jugada de tiralíneas bien llevada por Cristian, llevaba el 2-0 con el que se llegó al descanso.

Nada más reanudarse el encuentro, en la primera jugada elaborada por el Cerreño (m. 46), de nuevo Álex Beltrán lograba el 3-0, mandando un balón alto que hizo imposible la estirada del meta por evitar el gol que empezaba a sentenciar el choque.

El Tharsis adelanta líneas en busca de un gol que le permita engancharse al partido, ya que tampoco puede evitar espacios entre líneas que permiten que los locales se planten una y otra vez en la portería de Samuel, que evitó en varias ocasiones casi seguidas el cuarto tanto local.

En el m. 63 un astuto Diego se aprovecha de un fallo defensivo y ante la salida del meta local logra por bajo el 3-1. Durante unos minutos el Tharsis creyó en la consecución de un segundo gol que le diese esperanzas, con dos intervenciones seguidas de Javi que evitaron el gol visitante.

Sin embargo, en el m. 76 sí llegaba la sentencia del Cerreño: jugadón de Aitor y Cristian, con devolución a Aitor, que ante la salida del portero le bate de fuerte chut (4-1). Hasta el final, partido roto con llegadas a ambas porterías, pero que no movería un marcador que deja tocado al Tharsis a dos jornadas del final.