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El Cartaya se debilita sensiblemente

El Cartaya durante un entrenamiento.

El Cartaya durante un entrenamiento. / M.G. (Cartaya)

El Cartaya anda entre pinto y Valdemoro. Las dos victorias consecutivas por primera vez en la temporada, lo que le ha valido para abandonar los puestos de descenso, no calma la actualidad, que pasa, sorprendentemente, por la confirmación de una sensible baja, Antonio Ponce, que se ha marchado al Azuaga, de la Tercera extremeña y está a punto de hacerse oficial la marcha de otro de los pilares, Antonio Molina, dirección Burgos, para jugar en su filial, de Segunda RFEF, aunque entrenará con la primera plantilla. El extremo coincidirá allí con otros dos onubenses, naturales de La Palma del Condado.

De esta manera, el Cartaya quedará sensiblemente debilitado. Y de momento, el club no ha comunicado nada con respecto a algún fichaje que pudiera venir. De hecho, si no hubiera salido ningún futbolista, la plantilla siempre necesitó reforzar el centro del campo e incluso la parte central de la defensa. Llegó Paco Benítez, pero Franci Ruiz será baja este domingo en Lucena por sanción, lo que deja tan solo dos centrales en la plantilla, y uno de ellos, Barragán, apenas cuenta para Juanma Rodríguez.

Polivalencia, habilidad, velocidad y gol, pierde el Cartaya con la salida de estos dos jugadores. Se espera reacción de la junta directiva. Y por supuesto, el entrenador tiene mucho que decir en esta cuestión.

Para colmo, el preparador físico, José Betanzos, se ha plantado y no se ha presentado a entrenar este martes. Al técnico, según ha podido saber esta redacción, se le adeuda bastante dinero, y ante la callada del club, ha tomado la decisión de no presentarse en la sesión preparatoria de este pasado martes, lo que supone otro problema añadido a las sensibles bajas en la plantilla rojinegra.

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