Un gol de Salvi a los 71 minutos de juego condena de nuevo a un excelente Cartaya al que volvió a lastrarle la falta de gol en su visita al Tomares.

Año nuevo, viejas costumbres en el conjunto onubense. En una plaza tan exigente como clave para la Liga, el Cartaya volvió a exponer su mismo pecado, la lastimosa y preocupante falta de gol, ante un rival que se encogió en la primera mitad por la voluminosidad de los rojinegros que ya en la primera mitad debieron dejar el pleito resuelto.

Arrancó el partido con una superioridad manifiesta del Cartaya, que sembró el centro del campo de jugones y en apenas diez minutos acumuló tres ocasiones claras de gol, dos de ellas de esas que te ponen en los resúmenes, una para José Díaz, que remató alto con el pincel en la mano y el cuadro a dos metros y otra de Sebas, a pase del mismo Díaz, que valió para que el veterano Isaac mostrase que el tiempo no pasa por él. El remate de cabeza de Sebas, a quemarropa, lo salvó el cancerbero con un vuelo rasante que se le pone a los niños en las escuelas. Poco después Aitor remató al larguero.

Esa fue la carta de presentación, basada en un fútbol de equipo, coral y dinámico, con el Tomares buscando el norte que jamás encontró en toda la primera mitad. Aparte de la amargura de la falta de gol, el Cartaya también tuvo que lamentar la lesión de Mario, sustituido por Feria, que no desentonó.

A la vuelta de vestuarios, el partido siguió en la misma línea de locura, solo que esta vez el Tomares aceptó encantado el reto de desnudarse a pesar de la fría mañana. Así, a los dos minutos de la reanudación, Simón, que hasta llegar a ese punto no se había ensuciado la vestimenta, tuvo que aparecer para mantener a su equipo en la virginidad. De la misma manera que dos minutos después, tuvo que salir de nuevo al escenario para enviar a córner otro remate de los sevillanos. Un minuto después de los dos sustos seguidos, en el 53 de juego, Sebas la tuvo pero su disparo salió besando el poste de la portería local cuando ya de vislumbraba el gol.

El Cartaya se sintió frustrado viendo que sus ocasiones y su mejor juego no tenían reflejo en el marcador

Todo era frustración en el Cartaya viendo que el paso de los minutos no le compensaba sus esfuerzos, además de que ya miraba de reojo a un rival que siguió poniendo el punto de mira en Simón, al que acabó batiendo Salvi, en el 71 de partido tras una jugada que inició Álex Buzón, el mejor de largo del conjunto del Aljarafe.

Era el resultante de perdonar la vida una y otra vez a un equipo que no camina segundo por casualidad. El gol dejó helado al Cartaya, con efecto colateral a su banquillo, cuya poca reacción se echó en falta. Primero porque la decisión que tomó Nogueira fue la de poner a Marcos Tavira, un chico que promete mucho pero que se estrenaba y que además es centrocampista, teniendo a delanteros específicos en el banquillo. Sustituyó a Sebas lesionado y entonces fue Lolo la referencia, lo que sonó a extraño yendo por detrás en el marcador. Cuando apostó por Pitu la hemorragia era ya considerable, y Ceada se quedó sin jugar, cuando el partido, que siguió a velocidad multable por el exceso, pedía al canterano a gritos por esa sangre hirviendo que tiene.

De ahí al final no ocurrió nada reseñable. El Cartaya fue lamiéndose la herida y el Tomares matando el tiempo con los cambios. Otra pena más que añadir a la lista. Y ya son demasiadas. Veremos en qué termina todo esto, pero ningún equipo se puede tirar toda la temporada lamentándose de lo que pudo haber sido y no fue.

FICHA TÉCNICA

Tomares: Isaac, Álex Buzón, Sergio, Javi, Mesa, Sica, Raúl (Jiménez), Guille (Iván), Salvi (Agu). David Alfonso (Álvaro) y Pepe (José).

Cartaya: Simón, Manuel (Pitu), Aitor, Zamorano, Francis Ruiz, Mario (Feria), Lolo, Sebas (Marcos), José Díaz, Álvaro y Ordóñez.

Gol: 1-0 m.71 Salvi

Árbitro: Martín Cabezudo, de Málaga. Bien. Amonestó por los locales a Sergio, Guille y David Alfonso y por el Cartaya a Zamorano, Sebas, Álvaro y José Díaz

Incidencias: Unos 200 espectadores.

RESULTADOS

CLASIFICACIÓN