Pozoblanco Cartaya | Crónica División de Honor

El Cartaya encuentra la resurrección ante el Pozoblanco (0-2)

  • Marcaron Dani Pérez y Novoa para la tranquilidad del técnico Limón

  • Es la primera victoria fuera de Huelva en lo que va de temporada

Un jugador del Cartaya conduce el balón ante un rival de la Olímpica, en un encuentro anterior.

Un jugador del Cartaya conduce el balón ante un rival de la Olímpica, en un encuentro anterior. / Alberto Domínguez (Huelva)

A partir de ahora el campo del Pozoblanco queda reubatizado. Se llamará Municipal de Resurrección. Allí, la pasada temporada, el equipo rojinegro, a las órdenes de Limón, logró un triunfo salvador por 1-2 cuando ya repicaban las campanas. Ayer, tras siete jornadas sin vencer, logró un triunfo que pone paz en la angustia, con todos los cañones apuntando al entrenador, al que se abrazaron todos los jugadores en los dos goles, todos y cada uno, para hacer una piña que es un mensaje en toda regla.

El partido arrancó con el Pozoblanco volcado, intentando aprovechar las dudas del Cartaya, que se sostuvo a duras penas, con remate al palo incluido de los locales que hacía presagiar lo peor. Sin embargo, el equipo rojinegro se sostuvo en las embestidas y a la primera que tuvo, con una salida de Quino y disparo del central, marcó el primero. Minuto 24 de partido. Dani Pérez, que recuperaba titularidad y que pasaba por allí, la cruzó al fondo de las mallas y ahí comenzó una nueva vida para el Cartaya, que aunque no tenía la pelota, cerraba todas las grietas que conducían a Bocanegra. Así acabó la primera mitad, entre el quiero y no puedo del Pozoblanco y la fe del Cartaya para sostenerse.

La segunda parte fue otra historia. El Cartaya se conjuró en el vestuario, miró el logro que tenía al descanso y lo defendió como sólo hacen los grandes, porque en Pozoblanco, en el Municipal de Resurrección, el Cartaya se percató de la plantilla que tiene, de su valor. Y dicen que nunca es tarde si la dicha es buena.

Dani Pérez, que recuperaba titularidad y que pasaba por allí, la cruzó al fondo de las mallas y ahí comenzó una nueva vida para el Cartaya

El equipo de Limón sabía que para salir vivo iba a tener que sufrir y a ello se fue como el que va a la guerra y sabe que las balas pasarán rozándote la cabeza. El Pozoblanco adelantó líneas, hizo mil cambios buscando la reacción y Limón permaneció impasible, con calma máxima, porque su equipo capeaba el temporal de acoso y, además, montaba contras que avisaban de la respuesta. Hasta en tres ocasiones seguidas pudo sentenciar el partido. Canito, Quino y Aitor las tuvieron en el plazo de tres minutos, y otras tantas salteadas, hasta seis, contabilizamos.

Y justo en el final, en la jugada menos esperada, Novoa levantó el periscopio para invertirla toda, el balón agarró un efecto endiablado y acabó durmiendo en la red local con el portero del Pozoblanco bailando el tui. Un golazo. Sin más. Aunque no lo pretendiese.

Ahí murió la batalla, victoriosa pero con damnificado. Porque Franci Ruiz vio la segunda tarjeta en el epílogo y se perderá el choque ante el Rota. Decir que el colegiado del partido estuvo especialmente pistolero. En un partido de inmensa deportividad, sembró de tarjetas su actuación sin venir a cuento.

Fue, seguramente, a tenor de cómo llegaba el Cartaya, el mejor partido o el más completo en lo que va de Liga. En el instante más delicado, cuando ya todo se ponía en duda. Además, es la primera victoria del Cartaya fuera de las fronteras onubenses esta temporada. Y fue en el Municipal de Resurrección. En Pozoblanco. Justo en la tierra que se llevó por delante a Paquirri, el Cartaya ganó la vida.

FICHA TÉCNICA

Pozoblanco: Arévalo, Medina (Osuna), Ángel García (Juanjo), Alberto Fernández (Elu), Carlos Moreno (Rubio), Zara, Valentín, Domingo, Vega, Iván Sánchez (Márquez) y Adriano (Silva).

Cartaya: Bocanegra, Aitor, Novoa, Quino, Franci Ruiz, Mario, Sebas (Guille), Fernando Vaz, Dani Pérez (Souto), Lolo y Pitu (Canito).

Goles: 0-1 m.24 Dani Pérez; 0-2 m. 85 Novoa

Árbitro: Álvarez Dorado, de Jaén. Amonestó por los locales a Alberto y Sánchez y por el Cartaya a Aitor, Mario, Fernando Vaz y Lolo y expulsó por doble amarilla a Franci Ruiz en el 89.

Incidencias: Unas 400 personas

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