Bádminton

Carolina Marín entra en el Olimpo

  • La onubense vuelve a conquistar el Mundial tras imponerse a la india Saina Nehwal por 21-16/21-19. Únicamente cuatro jugadoras chinas han conseguido dos títulos mundiales.

Carolina Marín volvió a escribir su nombre con letras de oro en la historia del bádminton. La onubense, de 22 años de edad, conquistó ayer su segundo Campeonato del Mundo consecutivo tras imponerse en la final disputada en Yakarta (Indonesia) a la india Saina Nehwal por 21-16 y 21-19 en 59 minutos (su partido más corto en este torneo).

Su nombre queda ya grabado en los anales de este deporte, pues hasta ayer sólo cuatro jugadoras, todas chinas, habían logrado dos títulos mundiales: Li Linweng (1983 y 1989), Han Aiping (1985 y 1987), Ye Zhaoying (1995 y 1997) y Xie Xingfang (2005 y 2006). Ahora ella se ha unido a ese selecto grupo.

Carolina ha sabido sobreponerse a todos los obstáculos. Hace un año, en Dinamarca, afrontó el campeonato sin estar entre las cinco mejores; con su calidad y esfuerzo fue eliminando rivales para llegar a lo más alto. Ahora la situación era bien distinta, puesto que era la rival a batir por todas, siendo la vigente campeona y la número uno del mundo. No llegó en las mejores condiciones, pues una inoportuna lesión condicionó bastante su preparación, pero su ambición no tiene límites y una tras otra ha ido devorando rivales, doblegando al imperio asiático y manteniéndose en la cima del mundo. Impresionante.

Al igual que en Dinamarca, su torneo fue de menos a más y cuajó su mejor encuentro del campeonato precisamente en la final. Con un bádminton de muchos quilates logró el título por la vía rápida, y eso que enfrente tenía a la número dos del ranking, pero poco pudo hacer ante una Carolina inspirada.

El encuentro comenzó con mucha igualdad; Saina Nehwal buscaba el cuerpo de Carolina y llevaba la iniciativa en el marcador (2-3/5-7). Pero en ese momento la jugadora formada en el Recreativo IES La Orden destapó el tarro de las esencias, minimizó los errores, logró puntos espectaculares y con un parcial de 6-0 (11-7) empezó a darle la vuelta a la situación. La española no baja su nivel, la iniciativa en el marcador le da confianza, dejando la presión para la india. Pasan los minutos, la onubense domina la red y ahí cimenta su triunfo en esta primera manga (15-10). Nehwal está fuera del partido y sólo es cuestión de tiempo que Carolina se anote el set. No obstante, el ojo del halcón le da la razón y se mete en la lucha (16-13), pero un exceso de vista y un nuevo error le cuestan caros (18-13).

La española se lleva este parcial en su cuarto punto de set (21-16), dejando muy buenas sensaciones.

El inicio del segundo parcial es parecido. Carolina es quien lleva la iniciativa, quien arriesga y pone espectáculo; no se descentra pese a su batalla con la árbitro, muy meticulosa, que le penaliza con un punto de saque. Marín, tras un 4-5, pasa por sus peores momentos, está imprecisa y eso le da vida a su oponente (6-12). Pero ahí, nuevamente, aparece la mejor versión de Carolina Marín; la campeona entra en escena y sale pronto del bache. Cinco puntos consecutivos vuelven a llegar el encuentro a la máxima igualdad (11-12).

La onubense está ganando la batalla física y también la moral, ya que su rival acusa el golpe, pierde confianza y no encuentra la fórmula para frenar el 'ciclón Carolina'.

La española tiene dinámica ganadora y logra darle la vuelta a la situación (13-12), pero se toma un pequeño respiro (13-15). Se entra en un final de infarto; su juego de ataque y defensa alcanza casi su techo, pero la india no se resiste a tirar la toalla y se suceden los empates hasta el 18-18.

La presión es máxima. Saina Nehwal no puede fallar y en esos momentos es cuando mejor rinde Carolina, que acaricia la gloria con el 20-18. Desaprovecha su primer volante de partido, pero no el segunda (21-19).

Carolina acaba de revalidar el título mundial, explota de alegría y cae al suelo llena de felicidad. Sigue haciendo historia, se mantiene en lo más alto, y su mirada apunta ahora a Río de Janeiro (Brasil), donde el año que viene se disputarán los Juegos Olímpicos, su siguiente gran desafío.

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