De la forma más previsible y cruel. Un gol de cabeza tras un córner en el tramo final del encuentro impidió al Atlético Onubense puntuar ante el Algeciras. Un líder que demostró en Huelva todos los argumentos que le han permitido auparse a lo más alto de la tabla clasificatoria, pero no lo tuvo nada fácil.

Hasta ese fatídico minuto 80 en el que Berlanga se adelantó a su marcador tras una falta no señalada el duelo estuvo siempre más cerca de los albiazules que de su oponente. Fue mejor el Atlético Onubense en tres cuartos del encuentro. Insuficiente ante un oponente de empaque y entidad.

El fútbol se resuelve en las áreas. El Decano no supo hacerlo en la del Algeciras en las oportunidades que tuvo y su rival en cuanto encontró un resquicio asestó un golpe letal. Llegó el Algeciras a Huelva como un líder rocoso, que concede poco y que necesita menos para hacer un gol. Quedaba claro que al conjunto campogibraltareño le valdría con un gol porque abrirle la lata era tarea complicada.

A pesar de ello, el Atlético Onubense fue un dignísimo oponente que puso la mayor parte del fútbol que se vio en la Ciudad Deportiva albiazul. Los de Jesús Vázquez llevaron el peso del encuentro, buscaron al rival y en varias ocasiones rondaron el gol.

Los onubenses fueron a por el rival desde el pitido inicial. Ya en la primera parte se sucedieron las ocasiones de peligro para los recreativistas. Diego Vargas rondó el tanto en más de una ocasión. El meta Romero fue el más destacado de su equipo.

El Atlético Onubense no cejó en su empeño y tras el descanso insistió por la misma vía. Fue un choque sin grandes oportunidades, pero todas albiazules. La más clara fue de Fran Palma tras una internada de Víctor Barroso. El Algeciras se asomó ya en el tramo final al área de Vichi. El meta onubense intervino con acierto a un golpeo de Pablo Ganet cediendo un córner. En ese lanzamiento de esquina Berlanga se impuso a la defensa albiazul para cabecear al fondo de la portería en el minuto 80.

Los de Jesús Vázquez tocaron zafarrancho de combate para volcarse sobre el área contraria. No llegó el ansiado tanto del empate ni la sentencia algecireña pese a los espacios para la contra.