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Belmonte se hace eterna

  • La española pulveriza los récords mundiales de los 200 mariposa y 400 estilos en menos de una hora

Mireia Belmonte se convirtió en la gran protagonista de la primera jornada del Mundial de piscina corta de natación, que arrancó ayer en Doha, tras lograr dos medallas de oro y dos nuevos récords mundiales en 200 metros mariposa y 400 estilos.

La española dio su primer paso para convertirse en la reina indiscutible de los campeonatos, un título que parecía reservado para la húngara Katinka Hosszu, elegida mejor nadadora de 2014 por la Federación Internacional tras dominar con suficiencia la Copa del Mundo de piscina corta.

Belmonte se rebeló ante el favoritismo de la magiar, como ya hiciera a comienzos de noviembre en la última prueba de la Copa del Mundo de Singapur. Las victorias de la badalonesa sobre Hosszu en Singapur en las finales de 200 mariposa y 400 estilos fueron un anticipo de lo ocurrido ayer en Qatar, donde como dijo el técnico de la española, el francés Fred Vergnoux, el objetivo era nadar "más rápido que nunca" en piscina corta.

Para este reto la badalonesa se sometió en el último mes a un intenso trabajo, con una concentración en altura en Sierra Nevada incluida, que no pudo dar mejor resultado. Belmonte no sólo nadó más rápido que nunca, sino más rápido que nadie en la historia tanto de 400 estilos como en 200 mariposa en piscina de 25 metros, donde la nadadora española se convirtió en la primera mujer en nadar (1.59,61) por debajo de los dos minutos.

Esta marca sirvió a Belmonte para arrebatar el oro a Hosszu, quien, tras dominar con claridad los primeros 150 metros, sucumbió ante el extraordinario final de la catalana, que completó los últimos 50 metros en 30,65 segundos, aunando velocidad y resistencia para aventajar no sólo ya en segundo y medio a Hosszu, sino para además rebajar en 1,17 segundos la anterior plusmarca mundial en posesión de la china Zige Liu desde noviembre de 2009 (2.00,78).

El triunfo le dio alas a Belmonte, que ya poseía desde el pasado año los topes mundiales en piscina corta en 400 y 800 libres, para superar nuevamente sus limites en la final de 400 estilos, en la que volvió a colgarse el oro con récord mundial incluido. Apenas 49 minutos habían transcurrido desde su anterior récord, cuando Belmonte volvió a derrotar a Hosszu, de nuevo clara favorita.

El pronóstico no le sirvió a la húngara para evitar otra derrota ante Belmonte, que no sólo le arrebató el oro, sino que además le privó, tras ganar con 4.19,86, del récord del planeta que la magiar poseía desde el pasado 28 de agosto (4.20,83).

Quien sí justificó su elección como mejor nadador del año por parte de la FINA fue el sudafricano Chad le Clos, que se alzó con el oro con un tiempo de 1.41,45 en los 200 libres por delante del ruso Danila Izotov, plata, y el estadounidense Ryan Lochte, campeón hace dos años en Estambul, ayer bronce, la misma recompensa que halló como integrante del equipo yanqui en la final de 4x100, que se adjudicó Francia por delante de Rusia.

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