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El Ayamonte sucumbe a la efectividad sevillana

  • Derrota ante un Cerro del Águila que aprovechó sus armas

Debacle en la tarde de ayer en el partido disputado por el Ayamonte, que tuvo enfrente a un equipo con pocos recursos, el Cerro del Águila sevillano, pero que supo reunir lo necesario para llevarse con toda justicia los tres puntos en juego en el estadio Blas Infante.

El conjunto rojillo podía haberse asegurado casi la permanencia de haber logrado la victoria ayer, pero a los de Manolo Toledano no se le dan bien los equipos de la zona baja de la tabla.

En la primera mitad, los locales fueron dominadores gran parte del tiempo. Cara al gol, las ocasiones llegaban pero no había nadie que consiguera perforar la portería visitante.

Hasta los 18 minutos no llegó la primera ocasión clara de los rojillos para ponerse por delante en el marcador. Yeyo coge adelantada a la defensa hispalense, y llevando el balón hasta la frontal, manda un buen tiro a la meta de Isaac pero éste sale desviado del palo derecho.

De nuevo los ayamontinos, en el 23', y en esta ocasión por banda derecha, cuentan con un centro al punto de penalti, que Claudio Pozzi cabecea, lanzando el balón rozando el travesaño.

Al filo de la media hora, en el 27', llega el primer acercamiento con peligro para el conjunto sevillano. Primero sería Luis Prado, y después, Melquíades, en jugadas seguidas calcadas, quienes desde la línea frontal engatillaron sendos tiros que se marcharon por encima de la meta de Rosa.

El partido parecía movido entonces y el juego llegaba a ambas porterías, como evidenció el centro de Claudio Pozzi al área sevillana (33'), en el que el meta Isaac quitó el esférico de la misma cabeza de Neno, presto a rematar a gol.

En el 40', sin embargo, un contragolpe visitante, por mediación de Sergio Pavón, a punto estuvo de propiciar el gol sevillano, a través de Vicente, cuyo tiro envenenado sacó fuera el balón por la fuerza del viento.

Con empate a cero goles terminarían los primeros 45 minutos, en los que los rojillos fueron un querer y no poder, pese a que pudieron disfrutar de varias ocasiones. La pólvora estaba mojada en los delanteros locales.

Sin embargo, las peores sensaciones entre los ayamontinos se multiplicaron al poco de la reanudación. Y es que en el 47', en una falta en la mitad de campo local, Sergio Pavón es el encargado de botar el balón; cuando todos pensaban que llegaría a tocar un compañero que estaba al lado, engañan al portero y defensores, llegando el balón a Luis Prado, quien de un tiro raso conseguía marcar para su equipo el 0-1.

El gol cayó como un jarro de agua fría entre los jugadores ayamontinos y su escasa afición ayer en las gradas del estadio. A partir de ahí llegaron las imprecisiones en los pases; todo el mundo querer hacer la guerra por su cuenta.

Los sevillanos se limitaban a verlas venir, tirando de peligrosos contragolpes que pondrían en peligro el marco de Miguel Rosas en varias ocasiones: en el 60', por parte de Melquiades; en el 65' sería Sergio Pavón; y la última, de Salvi, en el 90', solo ante el portero local después de mandar una vaselina con el portero batido, pero el viento no le ayuda y sale al balón por encima del marco local.

Un resultado justo, al final, porque se la llevó quien más buscó la victoria, empleando las únicas armas que poseía, con una efectividad del cien por cien; sus ganas e ilusión pudieron para lograr la victoria.

Es cierto que el Ayamonte luchó en la primera parte para poder conseguir una victoria holgada, pero el cerrojo estaba echado en la portería contraria y después del gol en contra, no supieron los de Manolo Toledano ni siquiera conseguir la igualada.

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