El Athletic Club de Bilbao sufrió lo indecible para clasificarse a la siguiente ronda, pero consiguió, con goles de Fernando Llorente y el juvenil Iker Muniain, la remontada (1-2) que necesitaba para seguir en la novedosa Liga Europea y evitar una tremenda decepción todavía en época de pretemporada y que podría haber socavado en gran manera el crédito del técnico Joaquín Caparrós.

El equipo bilbaíno se adelantó en dos jugadas a balón parado de Yeste y, cuando parecía que tenía todo hecho, recibió un gol al inicio del tiempo añadido que le complicó sobremanera los últimos instantes del choque.

Aunque Iraizoz y Yeste fueron dos de las piezas claves del conjunto rojiblanco, también tuvieron mucho que ver en el éxito de los de Caparrós los jóvenes de los que ha echado mano el sevillano.

Entre ellos, Susaeta, el mejor del partido tras el portero, De Marcos, que fue titular y debutó con solo 20 años, e Iker Muniain, el chaval de 16 años en el que tantas esperanzas tiene la entidad vasca, que fue el que marcó el segundo y definitivo tanto para la resolución de la eliminatoria.

De inicio sólo una novedad entre los dos equipos respecto al partido de ida, la de Óscar de Marcos en la alineación del Athletic. El joven delantero alavés suplió a Orbaiz para que Yeste centrase su posición y ocupar él la banda izquierda.

Llorente adelantó a su equipo con uno de sus inapelables cabezazos, mientras que el juvenil Muniain aprovechaba en la segunda parte un balón suelto en el área tras un córner lanzado por Yeste para enganchar una volea certera e incontestable para el meta local.