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Quién fue quién en el 'All Star' con más estrellas

  • El partido que encumbró a Michael Jordan reunió a 12 de los 50 mejores jugadores de la historia

En 1996, con motivo de su cincuentenario, la NBA emitió un listado con los 50 mejores jugadores de la historia, a juicio de diversos especialistas. Una docena de ellos –más que en ningún encuentro de este tipo– se reunieron en el All Star de Chicago ‘88. No obstante, a pesar de su trayectoria, ninguno lució como Michael Jordan. Los números así lo atestiguan.

Magic Johnson (17 puntos, 6 rebotes, 19 asistencias). El base de los Lakers llegó al encuentro como MVP de la competición en 1987. Dominó el choque hasta la exhibición de Jordan en los últimos seis minutos.

Larry Bird (6 puntos, 7 rebotes, 1 asistencia). El pájaro no tuvo su día en Chicago ‘88. En la previa se proclamo tricampeón del concurso de triples, pero apenas tuvo trascendencia en el choque. Bird sumaba entonces tres anillos de la NBA y tres premios de MVP.

Kareem Abdul-Jabbar (10 puntos, 4 rebotes). El penúltimo All Star del legendario y entonces decadente pívot le sirvió para situarse como máximo anotador de la historia de estos encuentros, hasta que Jordan le arrebató esa condición en 2003.

Karl Malone (22 puntos, 10 rebotes, 2 asistencias). El debut como All Star de El Cartero le consagró como estrella de la Liga. Casi desconocido hasta entonces, el de los Jazz conectó a la perfección con Magic Johnson.

Hakeem Olajuwon (21 puntos, 9 rebotes). El pívot nigeriano –entonces Akeem, sin hache– cuajó un gran encuentro, pero aún debería esperar seis años para confirmarse como estrella de la Liga.

Isiah Thomas (8 puntos, 2 rebotes, 15 asistencias). El líder de la gran alternativa al binomio Celtics-Lakers se sirvió del acierto de Jordan para completar una buena estadística. En esa temporada y las dos siguientes disputó la Final de la NBA, y logró dos anillos.

Moses Malone (7 puntos, 9 rebotes). En plena decadencia, el gran Moses apenas tuvo trascendencia en el juego. Ewing y, sobre todo, Daugherty, le restaron relevancia. Su ex discípulo Olajuwon sacó provecho de la veteranía del entonces pívot de los Bullets.

Charles Barkley (4 puntos, 3 rebotes). Sir Charles, suplente, jugó muchos minutos de alero, lo que le perjudicó. En su primer año como jugador franquicia en Philadelphia, Barkley era más futuro que presente.

Kevin McHale (2 puntos, 1 rebote). El ala-pívot de los Celtics nunca se lució en este tipo de partidos. Se fajó en defensa y ayudo a que el Este tomara ventaja en el segundo cuarto, con Jordan y Wilkins en el banquillo.

Clyde Drexler (12 puntos, 5 rebotes). En su segunda cita con las Estrellas, The Glyde, que empezó a despuntar esa campaña, dejó destellos de elegancia a pesar de jugar –exigencias del guión–fuera de su puesto.

James Worthy (4 puntos, 3 rebotes). Contribución testimonial del ejecutor del Showtime, que llegó al choque en el apogeo de su carrera aunque convalesciente de una lesión.

La dulce venganza de la rendición de Isiah Thomas. La legendaria rivalidad entre Bulls y Pistons arrancó en el enfrentamiento personal entre Isiah Thomas y Michael Jordan. El base, MVP del All Star en 1984 y 1986, orquestó un veto contra Jordan en los encuentros de las estrellas de 1985 y 1987. La orden era evitar que Jordan brillara, y lo logró. Thomas, natural de Chicago, quiso asestar el golpe de gracia al 23 en su terreno, esperando el favor de sus conciudadanos. Pero el talento de Jordan se impuso. Mike, por cierto, halló venganza en los play off de 1991, cuando los Bulls barrieron por 4-0 a los Pistons en el camnio hacia su primer título, y en la confección del Dream Team de Barcelona ‘92. Entonces, Jordan vetó la presencia de Thomas en el equipo, con un reto clásico: “O él o yo”. Ganó Michael. Obviamente.

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