El CD Aljaraque consumó con su derrota en el partido matinal de ayer su descenso a Segunda División Andaluza. Por contra, el Riotinto Balompié mantiene vivas sus esperanzas de conseguir la salvación con tres puntos que le permitirán seguir peleando por la misma en jornadas venideras.

En lo referente al encuentro, fue el Riotinto el que controló y atacó con mayor claridad. Aun así, fueron los locales los que se acercaron con mayor peligro en los primeros minutos, con un Ibra Acosta muy rápido que buscaba la espalda de la defensa minera con constantes desmarques. Esto provocó que tanto en el minuto 17 como en el 21 tuviese dos ocasiones claras de gol, pero sus tiros no fueron efectivos y la pelota se perdió fuera.

El Riotinto, que dominaba la posesión del balón, no conseguía penetrar en la defensa aljaraqueña. Tuvo que ser a balón parado como lograron los de la Cuna del Fútbol ponerse por delante en el marcador. Una falta lateral botada por el veteranísimo Jesús Real en el minuto 34, acabó colándose por la escuadra de la meta defendida por José Manuel. Este gol dio tranquilidad al Riotinto, que aguardó en su campo hasta el intermedio del encuentro.

Antes del mismo, Enrique pudo aumentar la cuenta para los visitantes con una tremenda chilena que el portero repelió con apuros. Justo cuando se llegaba al ecuador del partido, ocurrió la jugada desafortunada del choque, con un cabezazo entre Ibra Acosta y José acabó con éste último en el hospital, con la nariz rota y ocho puntos de sutura.

En la segunda mitad, Ibra volvió a tener una nueva oportunidad pero ni su cabezazo en primera instancia ni su tiro tras el rechace pudieron acabar en gol. A partir de aquí, el Aljaraque se mostró muy cansado y el Riotinto aprovechó para realizar buenas combinaciones en las que Enrique primero, y Abel después, tuvieron oportunidades claras del 0-2, pero José Manuel respondió con buenas intervenciones.

No sería hasta el 82, cuando una gran combinación entre los dos arietes riotinteños fue culminada por Enrique para lograr el 0-2 con el que concluiría el partido.