Liga adelante

Aleja los fantasmas (0-2)

  • El Decano se impone en el Pedro Escartín con un gran partido ante un pobre rival. El marcador pudo ser más amplio por la cantidad de ocasiones que generaron los albiazules.

Cuando la primera acción de un partido es un mano a mano favorable... Pablo Sánchez la tuvo en sus botas con apenas unos segundos de partido. En esos partidos en los que hay tanto en juego el primer susto cuenta, marca, dice mucho de la intensidad y la concentración con la que se salta al césped. El Recre se lo demostró al Guadalajara.

Si no es el peor rival al que se ha medido el Decano en la presente campaña le debe faltar muy poco. Apenas unos minutos necesitó el Recre para comprobarlo. Este Guadalajara es Ernesto y Aníbal, y éste último depende tremendamente de la capacidad del primero para suministrarle balones. Prueba de ello es que Carlos Terrazas cambió de ubicación a Ernesto cuando el partido se le torció en un desesperado intento por tener presencia. Sacrificó una banda para ello, la izquierda, y lo volcó todo en una diestra donde encontró muchas dificultades tanto por la falta de recursos como por la habitual garantía defensiva que aporta la presencia de Aitor, el doble lateral albiazul.

Después de tantas jornadas sufriendo, sería totalmente injusto negarle al Recre el mérito. Los albiazules realizaron un choque completo y equilibrio, con criterio e intensidad en ataque y en defensa. Atrás Manolo Martínez y Borda controlaron perfectamente a Aníbal y en el centro el mando de Matamala fue por momentos hasta insultante. El catalán se marcó un verdadero partidazo dando la calma necesaria y aportando ese temple que le caracteriza hasta que se resintió de sus dolencias y pidió el cambio.

Después de doce jornadas marcadas por más sombras que luces, por fin tuvo el Decano un partido completo sobre el que poder comenzar a construirse. Fue serio en defensa, generó ocasiones de gol para lograr un resultado mayor y, pese a la lógica incertidumbre de la victoria por la mínima, mantuvo el control absoluto del choque.

Como sucedió anteriormente en Sabadell o en Alcorcón, por poner dos ejemplos recientes, el Recre hizo méritos y además goles. Redondeó su actuación con el remate que tantas veces se echó en falta en las jornadas anteriores.

De la jugada inicial de Pablo Sánchez resuelta por Saizar al gol de Enrich pasaron 18 minutos marcados por la continuidad. Lejos de la irregularidad o las ráfagas con las que en otras ocasiones había alternados sus encuentros, el Recre de Guadalajara fue un equipo completo. Antes del tanto del balear pudo llegar el justo gol.

Decir Enrich a estas alturas se ha convertido casi en sinónimo de rebote. Tres tantos lleva el delantero en la presente campaña y en todos ellos necesitó de la contribución del contrario para entrase el balón. Se introdujo por la derecha y su centro acabó en gol.

Con el marcador de cara todo resultó incluso más claro para los albiazules. Al Guadalajara se le hizo un mundo el partido. Cuesta arriba, con la necesidad de levantar el choque frente a un rival netamente mejor y que desplegó todos sus recursos sobre el Pedro Escartín. A lo poco que pudieron ofrecer los alcarreños se sumó lo mucho que dieron los recreativistas para llevarse los tres puntos.

Terrazas lo tuvo que ver muy mal cuando se marchó al descanso. Tiró de pizarra. Tuvo que recomponer su equipo en la reanudación con la entrada de Jony y Jonan para reforzar el centro del campo, donde el dominio de Matamala resultó insultante en la primera mitad. Lástima que el catalán pidiese el cambio y su lesión tenga en vilo al Recreativo.

Ni los cambios ni la necesidad hicieron que el choque fuese diferente. Lejos de eso, el dominio albiazul resultó abrumador durante el segundo tramo del encuentro. Los atacantes disfrutaron de un verdadero carrusel de oportunidades para sentenciar el duelo.

Curioso destino. La tuvo de nuevo Sergi Enrich, Javi Álamo e incluso Pablo Sánchez en la acción que el colegiado anuló. Pero tuvo que ser Fidel. El canterano entró de nuevo desde el banquillo para aprovechar sus minutos y poner en un serio aprieto a Cervera. Su toque sutil con el exterior de la zurda demostró la enorme calidad que atesora. Un gol que lo rehizo del error en el lanzamiento del penalti. Suficiente para dar un golpe necesario encima de la mesa y alejar los fantasmas que ya acechaban.

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