La pizarra táctica salió en el campo como la preparó Álvaro Cervera durante la semana. Sólo faltó más presencia en el área rival. El Barcelona B decepcionó por su falta de profundidad y dedicarse exclusivamente a tocar y tocar de manera horizontal, que hizo muy cómodo el trabajo de espera del Recreativo de Huelva, que bien posicionado no tuvo excesivos problemas para desarbolar el futbol de banda a banda del filial.
Cervera cerró todas las triangulaciones del juego interior de la medular con el magnífico e incansable trabajo del veterano Aitor. Javi Álamo volcó el campo a su banda y creó peligro en el primer tiempo hasta que se agotó en el segundo tiempo. Jesús Rubio dejó detalles de calidad y visión ofensiva, sin culminar las acciones en la división de líneas. Sólo el Decano pisó área a ráfagas y con cierto peligro. El Barcelona B llevó una iniciativa ficticia en zonas donde marearon la perdiz.
Defensa
El sistema defensivo fue novedoso por la ausencia a última hora del líder Manolo Martínez con problemas de lumbago. Pareja de centrales inédita con Bonaque-Borda, que se entendieron perfectamente y completar un trabajo con los laterales Córcoles y Fernando Vega, que cerraron bien los espacios, en especial a Deulofeu y Rodri. Manu Fernández ha sido el partido más descansado. El filial no tiró a portería, ni creó peligro.
Ataque
La pizarra táctica dejó sin presencia en las áreas a ambos equipos. El Recreativo de Huelva neutralizó cualquier tentativa del filial azulgrana. Aitor estaba en todas las zonas para auxiliar en el juego interior y con fuerzas para desplegarse en ataque. Pero Javi Álamo ratificó que es la vía más rápida y fiable para potenciar las acciones atacantes. En el primer tiempo rompió a la defensa y en elsegundo se quedó sin reservas. Aitor y Berrocal tuvieron sus ocasiones. En elsegundo tiempo, menos intensidad y más control. La entrada de Jesús Rubio en la media punta provocó la reacción ofensiva, sin presencia en el área.
Virtudes
Buena condición física para completar el planteamiento táctico. La figura de Aitor sobresalió por su omnipresencia.
Talón de aquiles
El ajustado guión de control dejó sin profundidad al equipo.
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