Fútbol | Selección española

La afición, entregada a España en Sevilla 6 meses después del pase al Mundial

Las gradas del Benito Villamarín con los aficionados españoles.

Las gradas del Benito Villamarín con los aficionados españoles. / Pablo García | RFEF

La afición española vuelve a vibrar con la Roja en Sevilla que demostró estar entregada al equipo de Luis Enrique Martínez desde el comienzo de su partido ante Portugal, en el estreno de la Liga de Naciones en el Benito Villamarín, seis mes y medio después de que con un gol de Álvaro Morata a Suecia lograra en esta ciudad el pase al Mundial de Catar.

En un estadio del Betis con algo más de media entrada -a falta de la cifra oficial de asistencia- y muchos huecos en sus gradas, pero con mucha animación y un ambiente festivo desde el principio, los seguidores de España dieron un excepcional recibimiento a sus jugadores, al igual que hicieron con las 'Quinas' los alrededor de 300 portugueses que ocuparon una zona acotada entre Fondo y Gol Norte.

Los aficionados españoles, que llenaron de colorido el barrio sevillano de Heliópolis con sus banderas, bufandas y camisetas rojas -también se vieron del Betis, anfitrión del choque ante los lusos-, recuerdan con alegría el exitoso último antecedente de España en Sevilla, en aquella ocasión en el estadio de La Cartuja.

Fue el pasado 14 de noviembre, cuando un gol de Morata a los 86 minutos ante Suecia (1-0) le dio la clasificación para el Mundial de Catar, adonde también estará el próximo noviembre Portugal, si bien al combinado luso le costó bastante más trabajo sacar su billete, pues sólo lo alcanzó a través de la repesca.

Los seguidores de la Roja dejaron muy claras sus preferencias desde antes del comienzo de este primer partido en el grupo A2 de la tercera edición de la Liga de Naciones, desde que se facilitaron las alineaciones por megafonía. Ahí salió mal parado el delantero Cristiano Ronaldo, que de inicio se quedó en el banquillo, pues fue abucheado por gran parte del público.

Es el peaje que debe de pagar un futbolista de su talla y de su clase, por los sentimientos encontrados que despierta, aunque se dio la paradoja de que el jugador que le seguía en la lista, el centrocampista William Carvalho, recibió una buena ovación, lógicamente por su condición de jugador del Betis, al igual que otro portugués, el meta Rui Silva, también suplente, mientras que no hubo representación bética en España.

En cualquier caso, la ovación fue atronadora al anunciarse la alineación de los españoles, en especial cuando se cerró la alocución con el nombre de Luis Enrique, muy aplaudido por el público presente en el Villamarín, que no cesó de animar con gritos de "España, España" o "Yo soy español".

En los prolegómenos también un gesto simbólico en favor del fin del conflicto bélico en Ucrania, al situarse en el césped, junto a las banderas de ambos contendientes, un cartel con la palabra paz en los idiomas inglés y ruso, así como en el videomarcador del estadio bético.

Ya con el partido en juego, no cesaron los aplausos, los ánimos y los cánticos de apoyo al equipo español por parte del público local, sobre todo cuando Morata, quién si no, marcó de nuevo en Sevilla el 1-0 con el que se llegó al descanso, una acción que también originó gritos de "Gavi, Gavi", barcelonista nacido en la localidad sevillana de Los Palacios que fue el que condujo magistralmente la contra.

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