Unai Simón | Portero titular de la Selección española

"Cabeza fría y ser de hielo"

Unai Simón posa con el balón oficial de la Eurocopa.

Unai Simón posa con el balón oficial de la Eurocopa. / rodrigo jiménez / efe

Pone el corazón en un puño de un país con su juego de pies. Y lo sabe. Unai Simón tiene dos máximas que le han enseñado maestros del oficio, "cabeza fría y ser de hielo". Ganó los dos Europeos que disputó en las categorías inferiores. Con 24 años vive como titular, aunque no lo sienta así, su primer gran torneo con la absoluta, pero se sonroja cuando se le habla de heredar la posición de Iker Casillas.

-En los torneos es clave tener la suerte de lado. En el primer partido apareció con el poste...

-Sí, en fútbol muchas veces los partidos se deciden por un milímetro o una décima de segundo. Tuvimos fortuna en el rebote de Marcos va al palo y luego la cojo yo, y en el pase atrás que no mete Berg porque le bota mal el balón. El fútbol es generar y el que más genera más posibilidades tiene de ganar.

-¿Siempre quiso ser portero?

-En Murgia, con 4 años, empecé de jugador pero era muy grande o muy vago y me puse en la portería. En fútbol 7 teníamos la suerte de tener un campo con hierba natural, que en realidad en invierno era barro puro. Me encantaba tirarme al suelo, rebozarme, a mi madre no tanto (risas), pero desde entonces decidí ponerme los guantes para toda la vida.

-Uno ya es diferente desde que elige una posición tan exclusiva...

-Siempre nos catalogan de locos, los raros del fútbol, pero es una de las posiciones más especiales. El fútbol es bonito porque hay un jugador de los once que puede coger el balón dentro del área, esa esencia que no posee ningún otro.

-No transmite imagen alocada, parece de hielo.

-Siempre me lo han dicho y es por las situaciones vividas o por lo que me han transmitido entrenadores que he tenido que han sido jugadores como Armando, Imanol Etxeberría o Aitor Iru. Me dicen que hay que mantener siempre la cabeza fría. No hay que venirse arriba en un buen partido, ni hundirte en los malos momentos. Hay que actuar de la misma manera siempre. Centrado dentro del campo y fuera ya hay tiempo para disfrutar y volverte loco. Así entiendo la posición de portero: mantener siempre la cabeza fría, ser de hielo.

-¿Por qué fue Buffon su referencia?

-Me fijaba en Buffon porque fue un jugador leal a la Juventus, como a mi me gustaría hacer en el Athletic. Siempre tuvo la cabeza en su sitio, no ha sido un portero que exageraba movimientos o actitudes. Siempre un buen compañero en el campo.

-Cuando comenzaba en las categorías inferiores de la selección, ¿qué le gustaba de Iker Casillas?

-De Iker me gustaba la capacidad mental para llevar situaciones. Durante su carrera hubo momentos en que una afición como la del Madrid lo puso en duda. Saber llevar esas situaciones lo hace grande, lógicamente por sus paradas pero por la capacidad en los malos momentos de ser el único que decidió su futuro. Un recuerdo especial es la parada de la final del Mundial ante Holanda, ese pie puede parecer una situación normal y en una final te da el Mundial.

-Y ahora es el Iker de aquella época como titular en la portería de España en una Eurocopa...

-Yo no me comparo con Casillas, ni mucho menos. Llevo ocho partidos jugados en la selección. Es verdad que la competición es la misma, vivimos el día a día, no podemos pensar en sacar la mejor mano en una final cuando todavía estamos en la fase de grupos y tenemos que vencer a Polonia.

-Pero ha jugado los ocho últimos partidos de Luis Enrique, se debería sentir titular...

-No porque Luis Enrique nos dice que no hay nadie titular en esta selección. Ahora estamos 23 y ojalá podamos recuperar a Busi (Busquets) cuanto antes. Nadie es titular y nadie es suplente, habrá jugadores que tengan más minutos y otros menos, pero todos son importantes en la selección.

-¿La Eurocopa le saca una espina por las finales perdidas?

-No, porque esa espina va a estar clavada mucho tiempo, pero estar aquí te evade de esos pensamientos, del entorno en el Athletic. Los meses de abril y mayo se hicieron muy largos y lo he cogido con muchas ganas, con mucha ilusión de disfrutar de estos partidos, olvidarme de esas dos finales que no pudimos ganar.

-Le escuche una frase que le puede definir: "La presión no me puede nunca".

-La presión es bueno tenerla en su justa medida. El que se mete más de la que se debe, al final va en su contra y el que se piense que esto es una pachanga, se equivoca. Hay que saber reconocer la situación que vives, una Eurocopa que a todos nos hace mucha ilusión ganarla, pero es fútbol y lo único importante es pararlas y dejar la portería a cero. El resto es secundario.

-Es como si el debate de la portería no le calase...

-Ese debate lo ha generado muchas veces la gente externa al entorno que vivimos aquí. Tanto David [De Gea], Robert [Sánchez] como yo sabemos que cualquier portero puede jugar. La Eurocopa sólo se va a ganar si los mejores estamos a disposición del equipo. El otro día me tocó jugar a mí porque estoy seguro que Luis Enrique consideraba que era el mejor para el equipo, pero contra Polonia o Eslovaquia, o si llegamos a la final, puede jugar otro portero. Aquí no juegan sólo once ni gana un portero, ganan los tres, somos conscientes de eso y estamos capacitados para poder competir al máximo nivel los tres.

-El líder de la selección, ¿está en el banquillo?

-Luis Enrique nos tiene que dar unas directrices para poder asimilar los partidos y salir motivados, de hecho realiza muy bien su función, pero nosotros en el campo buscamos soluciones y hay jugadores como Koke, Thiago o Busquets que tienen más experiencia y nos ayudan mucho. Cuando ante Suecia no nos salían las cosas se veía a Koke animando, a Thiago, han vivido muchas experiencias y saben que hay que seguir. En el vestuario estábamos hundidos por no marcar pero quedan dos partidos y jugando como ante Suecia podemos hacer grandes cosas.

-Un relevo generacional tan grande, ¿hace añorar referentes?

-Ha habido un cambio generacional y los que tienen más peso en el equipo son jugadores que han vivido una gran cantidad de experiencias que nosotros con la selección no las hemos vivido y ojalá podamos más adelante. Los referentes son Koke, Thiago, Busi o Jordi Alba, los que nos tienen que indicar el camino y por dónde ir.

-¿Escuchó los silbidos a Morata desde su posición?

-Me da un poco de pena vivir esa situación. Yo no obligo a la gente a no silbar en el campo pero, cuando queremos ser un equipo, nosotros nos apoyamos. Queremos ganar esta Eurocopa por la ilusión que nos hace después de un año tan trágico que hemos vivido y hacer a toda la afición feliz. Tiene que ser una simbiosis.

-En el pasado hubo situaciones que a Morata le pasaron factura en el aspecto psicológico. Ahora se le ve más maduro.

-De hecho no hay más que ver que Álvaro tiene una situación clara en la primera parte que no mete, pero hace dos jugadas que crea una ocasión de gol y otra que saca una jugada de cara. Es un jugador que ha vivido esas experiencias en el pasado y le hace olvidar lo que ha ocurrido y sigue metido en el partido. Es normal que estuviese triste, pero ayer ya estaba con mucho ánimo de hacer cosas grandes contra Polonia. Eso se ve y es un jugador que nos transmite que arriba van a pasar cosas con él.

-Esa forma de ser impasible la muestra con su juego de pies, ¿sabe que pone el corazón en un puño a todo un país?

-Lo sé y lo entiendo, se habla de que soy de hielo porque sale bien el recorte ante Portugal pero si sale mal y va para dentro, seguro que estamos hablando de otra situación. Yo tengo las cosas claras, lo que me pide Luis Enrique y, en su juego, el portero es un jugador para buscar la superioridad. Como salgamos bien, en la gran mayorías de los casos, generamos muchas ocasiones.

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