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La poesía que surgió de la ciencia-ficción

  • David Eloy Rodríguez transita en 'Crónicas de la galaxia' por un camino insólito: un conjunto de poemas alrededor del hallazgo y registro de unos mensajes desconocidos, quizás provenientes del espacio exterior

David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976), junto a una de las imágenes icónicas del largometraje de Méliès 'Viaje a la luna'.

David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976), junto a una de las imágenes icónicas del largometraje de Méliès 'Viaje a la luna'. / Angelina Delgado

David Eloy Rodríguez es uno de esos resistentes prematuros que decidió arriesgarlo todo por una forma de existir: la cultura. Es un tipo entusiasta que sabe mirar en los libros la parte luminosa de la letra, allí donde se aloja lo íntimo, lo extremo, lo inflamable. Pero también ejerce en la vida de poeta, acaso porque, entre versos, la verdad no es uno mismo, sino lo que adopta y lo que asume como parte del enigma. Todo eso lo dispensa su escritura: ver el sol desde la sombra, prolongar lo inesperado, incorporar lo caído.

Ahora acaba de estrenar un libro que tiene algo de osadía, de revelación. De camino poco transitado. Crónicas de la galaxia convierte en poesía los materiales de la ciencia-ficción y lo que sale de ahí es un esfuerzo por comprender el mundo, el propio y el de fuera. "Todo lo que buscamos / está más adelante, / pero no llegaremos, / no llegará", dicen unos versos que mantienen una poderosa relación con el descubrimiento, con la autenticidad, con la imaginería insólita.

Como punto de partida, Crónicas de la galaxia propone un relato alrededor del hallazgo y registro de unos mensajes de origen desconocido, quizás provenientes del espacio exterior, y de la labor de ordenación e interpretación de los mismos en los que el poeta anda inmerso. De este modo, al tiempo que los clasifica y los traduce, descubre razones, preocupaciones e inquietudes, también daños comunes. Parece que el autor, que halló este sendero durante la preparación del libro La poesía vista desde el espacio (2014), transcribe esas extrañas comunicaciones, pero, también quizás, las recrea.

De esta aventura sale una recopilación de poemas que contienen poderosas reflexiones sobre la identidad, la pérdida y la lucha por sobrevivir

"Aquello era, de algún modo, poesía. Era muchísimo más, pero también, y quizás sobre todo, esas palabras eran poesía", se aclara en el prólogo titulado Poesía para una arqueología del futuro. De esa aventura sale una recopilación de mensajes sobre exóticos viajes, cartas desesperadas, experiencias cotidianas y llamadas de socorro que contienen poderosas reflexiones sobre la identidad, la pérdida, la trascendencia, la indecisión, la lucha por sobrevivir... "Estar vivo no es poco", se reconoce en uno de los versos del libro.

"La ficción es mi manera de decir la verdad", explica David Eloy Rodríguez, quien lleva también las riendas de la editorial sevillana Libros de la Herida, junto a José María Gómez Valero. "Para mí –destaca–, es importante crear una tensión narrativa viva y eficaz para que el lector aprenda, disfrute, permanezca alerta". A ese juego contribuye, en una pirueta literaria más, el postfacio firmado por el escritor e investigador Alberto Porlan, quien juega a inventariar las reacciones que ha provocado el libro desde el año 2068, con motivo de los 50 años de su publicación.

De este modo, estas Crónicas de la galaxia están plagadas de enigmas: quién habla, a quién se dirige, de dónde provienen, cuándo se emitieron, qué ha ocurrido o qué está por suceder... Pero, por esa misma razón, llenas también de revelaciones, pues lo poético aquí es el otro, lo oculto y lo intuido que va abriendo espacios para la emoción, para el asombro, para el temblor. "Muchas veces quise dejarme morir. / Muchas veces sentí que la muerte no existía", se lee en un libro que amplía la línea de poesía del sello malagueño El Transbordador, centrado en la ciencia-ficción, el terror y la fantasía.

"En este libro se puede entrar en un mundo, habitarlo. Hay hechos, hay historia, hay conflicto, hay deseo, hay agonía, muerte y resurrección"

Crónicas de la galaxia se estructura en cuatro secciones a partir de un poema inicial titulado Evacuación. Cada una de las partes que le siguen, integradas por diferentes poemas en número y tono, proponen "un viaje hacia el otro", en palabras del autor. La primera de las secciones, impregnada de un fin didáctico o conmemorativo, planea alrededor de la fragilidad de la existencia. La segunda se asemeja a un cuaderno de bitácora, a modo de testimonio de alguien que tiene una misión y que siente la cercanía del fin. El tercer capítulo viene a ser una extensión del anterior, mientras que la última sección es la meta de la travesía, sus consecuencias.

"El libro se titula Crónicas de la galaxia para destacar que a partir de estas piezas se puede conjeturar sobre el inmenso, inacabable puzle de lo que somos, de dónde venimos, a dónde vamos...", dice Rodríguez. "En este libro se puede tocar un mundo, entrar en un mundo, habitarlo. En esta obra hay hechos, hay historia, hay conflicto, hay deseo, hay agonía, muerte y resurrección. No sabemos mucho, pero sabemos algo, y ese algo puede ser el comienzo del infinito", concluye el poeta, autor de sólida producción, en la que destacan libros como Miedo de ser escarcha, Desórdenes y Escalones que descienden hacia arriba.

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