Literatura

Ángela Becerra gana el Premio Fernando Lara

  • La autora colombiana, con 'Algún día, hoy', se convierte en la segunda narradora hispanoamericana tras el triunfo de Zoe Valdés en 2003.

  • En su obra recrea los primeros movimientos de la liberación de la mujer en su país.

Ángela Becerra alza su galardón

Ángela Becerra alza su galardón / Juan Carlos Muñoz

La colombiana Ángela Becerra se hizo este viernes en Sevilla con el XXIV Premio de Novela Fernando Lara, dotado con 120.000 euros, por su obra Algún día, hoy, un "canto épico a la liberación de la mujer", según expuso la autora. Una causa en la que, defendió Becerra, hay que seguir trabajando porque "hay países en los que, en este sentido, no se vislumbra aún un futuro".

Becerra contó que dio con la idea para su historia en la figura de Betsabé Espinal, una hilandera y líder sindical que dirigió una de las primeras huelgas de obreras de Colombia. "La descubrí en un documental y me jalonó el corazón", reconoció la narradora, que añadió que en la recreación de la vida de esta heroína se ha permitido ciertas licencias, como hacer convivir a su protagonista con otros personajes "a los que admiro y que igual no coincidieron con ella", como Frida Kahlo, Diego Rivera o Luis Buñuel.

Sobre el título de su obra, Becerra aclaró que "nos decimos mucho que algún día haremos algo: algún día seré feliz, algún día iré a este lugar, algún día conoceré a alguien... y la verdad es que si no actúas alguien lo hará por ti", argumentó la escritora, feliz de regresar por este premio a una ciudad, Sevilla, que visitó para escribir Memorias de un sinvergüenza de siete suelas. "Pude recorrer todas sus calles y me enamoré. Es un sitio precioso", declaró.

Un jurado compuesto por Fernando Delgado, Pere Gimferrer, Ana María Ruiz-Tagle, Clara Sánchez y Emilio Rosales se decantó por la novela de Becerra entre los 218 borradores presentados a este galardón que organizan la Fundación José Manuel Lara y la Fundación AXA y que en anteriores ediciones obtuvieron autores como Terenci Moix, Francisco Umbral, Ángeles Caso o Fernando Sánchez Dragó. La ganadora de este año es la segunda narradora hispanoamericana tras el triunfo de la cubana Zoe Valdés en 2003.

Becerra, que dejó una exitosa carrera como publicista para consagrarse a la literatura, ha obtenido anteriormente otros galardones como el Premio Azorín de 2005 por El penúltimo sueño o el Premio Planeta-Casa de América de 2009 por Ella que todo lo tuvo.

En la velada que acogió el Real Alcázar de Sevilla también se entregaron el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos al escritor roteño Felipe Benítez Reyes por El intruso honorífico, y el Antonio Domínguez Ortiz de Biografías al poeta y ensayista barcelonés Alfonso Alegre Heitzmann por Días como aquellos. Granada 1924, Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca.

En El intruso honorífico, Benítez Reyes (Rota, 1960) propone "una especie de enciclopedia caprichosa y personal" en la que lleva trabajando "25 años, quizás más", comentó el narrador y poeta a este periódico. El autor de El novio del mundo o El azar y viceversa fue distinguido por una propuesta que, para el jurado, reunía con "ingenio, buen humor y excelente escritura un sinfín de referencias literarias".

Benítez Reyes y Alfonso Alegre recogieron los premios Manuel Alvar y Domínguez Ortiz

Un proyecto que ha supuesto un gozoso ejercicio de libertad para su creador. "El libro recoge entradas por orden alfabético y explica diferentes cosas ya bien a través de un aforismo, una descripción más desarrollada o una que puede ser más tangencial e imprevisible", dice Benítez Reyes sobre "un experimento híbrido donde tienen cabida desde una definición del hipérbaton, del colchón o de la almohada, de la inmortalidad o de autores literarios y pintores". Su autor asegura haber concluido "provisionalmente" una obra que por su carácter "se puede desarrollar durante una vida entera. Podría ser un diccionario infinito pero ahora tiene unas 300 páginas. Tal vez dentro de 25 años se prolongue con una segunda parte", adelanta.

Alfonso Alegre y Felipe Benítez Reyes recogen sus premios de Consuelo García-Píriz y Antonio Pulido. Alfonso Alegre y Felipe Benítez Reyes recogen sus premios de Consuelo García-Píriz y Antonio Pulido.

Alfonso Alegre y Felipe Benítez Reyes recogen sus premios de Consuelo García-Píriz y Antonio Pulido. / Juan Carlos Muñoz

Entretanto, en Días como aquellos, el trabajo que le ha valido a su creador el Premio Antonio Domínguez Ortiz, el especialista Alfonso Alegre (Barcelona, 1955) recrea las casi dos semanas que coincidieron en Granada, en el verano de 1924, Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca. "Fue una experiencia inolvidable para todos, tanto para Juan Ramón y Zenobia como para la familia de Lorca, que los había invitado", valora Alegre, que señala que en ese encuentro también aparecería Manuel de Falla. "En el corazón de la Edad de Plata, se juntan el mejor compositor español y los dos mejores poetas, para mí, del siglo XX". Conmovido por aquella visita, el autor de Espacio y Diario de un poeta recién casado regresaría a Madrid y reflejaría la impresión que aquellos paisajes le habían causado en un poema extraordinario, Generalife, que dedicó a Isabel García Lorca, y en un libro, Olvidos de Granada. "En torno a ese poema, muy extenso", cuenta Alegre, "creó una serie de prosas de títulos muy sugerentes y relacionadas con Granada, una obra que Juan Ramón intentó editar pero que se publicaría de manera póstuma". En esas fechas, además, Lorca "empieza el Romancero gitano y escribe un texto tan fundamental como el Romance sonámbulo. Es como si esa coincidencia de esos tres genios fuese la génesis de muchas cosas", analiza el investigador.

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