Exposición en la sala Santa Inés

Una inmersión en los 'Cuadernos y lugares' de Manuel Chaves Nogales

  • La sala Santa Inés de Sevilla acoge hasta el 14 de enero una exposición que recoge, por primera vez, todas las primeras ediciones del autor

  • Un excelente catálogo, una antología y un cuaderno didáctico completan el despliegue

Un visitante de la exposición contempla algunos de las piezas.

Un visitante de la exposición contempla algunos de las piezas. / Juan Carlos Vázquez

Cuadernos y lugares para "andar y contar", como decía una de las máximas del periodista y escritor sevillano Manuel Chaves Nogales. Así se titula la exposición que puede visitarse en la sala Santa Inés hasta el 14 de enero, fecha a partir de la cual iniciará su itinerancia por las demás provincias andaluzas bajo el auspicio del Centro Andaluz de las Letras (CAL). Uno de los mayores atractivos de la muestra, comisariada por la periodista Charo Ramos, jefa de Cultura de Diario de Sevilla, es la posibilidad de contemplar, por primera vez, todas las primeras ediciones de los libros del autor tal como se publicaron en su momento.

La exposición se articula en 16 paneles diseñados por el artista Manuel Ortiz y en los que se ofrece más de medio centenar de imágenes: retratos familiares, portadas de periódicos y revistas, mapas, cubiertas de libros y hasta la célebre y visionaria entrevista al gerifalte nazi Joseph Goebbels, uno de esos seres "votados a un ideal" con tal sectarismo, escribió Chaves antes de que esto fuera completa y atrozmente evidente, que en nombre del mismo "fusilarían a su padre si se les pusiera por delante". Un completo material gráfico que ha sido espigado en los fondos de la Biblioteca de Andalucía, la Hemeroteca de Sevilla, la Biblioteca Nacional o las colecciones del editor Abelardo Linares y de la profesora María Isabel Cintas, así como cedido para la ocasión por los herederos del autor, representados este miércoles en la inauguración por Antony Jones, nieto del autor e hijo de Pilar Chaves, única hija de aquél que aún vive. "Que se conozca su obra es la mejor lápida que mi abuelo podía tener", dijo, emocionado, en referencia a la humilde tumba sin incripción en el cementerio londinense de North Sheen donde reposan sus restos desde 1944.

Una de las entregas de 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' en un ejemplar de la revista 'Estampa'. Una de las entregas de 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' en un ejemplar de la revista 'Estampa'.

Una de las entregas de 'El maestro Juan Martínez que estaba allí' en un ejemplar de la revista 'Estampa'. / Juan Carlos Vázquez

En esta ocasión, ese recorrido cronológico y temático que compendia los hitos vitales y profesionales del escritor se enriquece de manera excepcional con las dos vitrinas repletas de esas mencionadas primeras ediciones, además de curiosidades y enseres personales de Chaves. "Se trataba de mostrar el ambiente de esa Sevilla de finales de los años 10 y sobre todo de los años 20", esto es, la etapa en la que Chaves aún residía en su ciudad natal, donde comenzó su carrera antes de partir a Madrid, mucho antes de sus exilios primero en París y finalmente en Londres, explica la comisaria de Cuadernos y lugares. El espectador encontrará aquí detalles de tierna intimidad, como las postales que el gran reporter mandaba incansablemente a su madre durante sus viajes por todo el mundo, siempre firmadas, cariñosamente, como "Manolo". "Y es muy emotiva –apunta la comisaria– la que envía a su madre cuando ha dejado a su hija mayor [Pilar] por primera vez en el internado de Londres y le pide que le envíe unas letras porque se debe sentir muy sola en un sitio donde no la entienden". También hay objetos que en golpe de vista trasladan al observador a aquellos años: cajas de tabaco de la Exposición Iberoamericana del 29, prismáticos militares, una Remington original de aquella década, la máquina de escribir que hizo furor en las redacciones de aquella hora por sus compactas y manejables dimensiones...

Ejemplares de la revista francesa 'Voilà' junto a varias primeras ediciones; en el centro, el reportaje original sobre la Semana Santa de Sevilla con fotografías de Robert Capa. Ejemplares de la revista francesa 'Voilà' junto a varias primeras ediciones; en el centro, el reportaje original sobre la Semana Santa de Sevilla con fotografías de Robert Capa.

Ejemplares de la revista francesa 'Voilà' junto a varias primeras ediciones; en el centro, el reportaje original sobre la Semana Santa de Sevilla con fotografías de Robert Capa. / Juan Carlos Vázquez

Con todo, como señala el propio nieto –"a mi abuelo no le gustaba ser protagonista y hoy, en este acto, él seguramente estaría mirando desde una esquina; lo que le habría encantado es ver que el foco aquí está puesto en la palabra escrita"– las joyas de la corona son los abundantes originales. Por ejemplo, la primera entrega de la portentosa biografía Juan Belmonte, matador de toros que apareció en la revista Estampa en 1935, donde el autor entrega, como recuerda Ramos, "su mítica descripción de la calle Feria". De gran interés son también los ejemplares de la revista francesa Voilà cedidos por Linares y la editorial Renacimiento: en ella apareció también por entregas la vida novelada del legendario torero, además de una serie que Chaves dedicó a la Semana Santa sevillana y que incluía fotografías de Robert Capa. Una de las entregas de este trabajo se muestra en las vitrinas, con la "delirante" confusión que llevó a los editores galos de la publicación a representar la Macarena con una imagen de la Virgen del Rocío.

Una visitante de la exposición contempla una máquina de escribir Remington de los años 20. Una visitante de la exposición contempla una máquina de escribir Remington de los años 20.

Una visitante de la exposición contempla una máquina de escribir Remington de los años 20. / Juan Carlos Vázquez

Hay asimismo originales de otros célebres títulos como La vuelta a Europa en avión o El maestro Juan Martínez que estaba allí, también de su etapa en Estampa, donde ilustraban sus textos unos "maravillosos dibujos de Rivero Gil y Andrés Martínez de León" que también pueden contemplarse en la exposición. O, por supuesto, otras dos primeras ediciones de A sangre y fuego (ésta chilena, de 1937) y La agonía de Francia, libro éste que, señaló la comisaria, es crucial no sólo porque ratifica al sevillano como integrante de la primerísima línea del gran periodismo de la Edad de Plata española (junto a Pla, González Ruano o Camba), sino también porque, en su firme y persuasiva defensa de la frágil democracia en tiempos chillones y violentos, lo señala como un autor "importante también en el contexto internacional" de su tiempo, al mismo nivel, defiende Ramos, que colegas como Joseph Roth y George Orwell. También hay una primera edición de La velada en Benicarló de Manuel Azaña, que fue un buen amigo del sevillano. "José-Carlos Mainer equipara en el catálogo de la muestra el espíritu y el legado moral de este libro con A sangre y fuego, por cuanto ambos son testimonios desencantados de la guerra civil que instan a superar los extremismos", explica Ramos sobre la inclusión de esta pieza.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo; la directora del CAL, Eva Díaz Pérez; la periodista Charo Ramos, comisaria de la exposición; y Antony Jones, nieto del autor. La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo; la directora del CAL, Eva Díaz Pérez; la periodista Charo Ramos, comisaria de la exposición; y Antony Jones, nieto del autor.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo; la directora del CAL, Eva Díaz Pérez; la periodista Charo Ramos, comisaria de la exposición; y Antony Jones, nieto del autor. / Juan Carlos Vázquez

Los argumentos de la exposición, como se ve, no son lo que se dice escasos. Aun así, para complementarlos, en la sala Santa Inés los visitantes podrán ver el documental Manuel Chaves Nogales: El hombre que estaba allí, realizado en 2013 por Daniel Suberviola y Luis Felipe Torrente. Y no acaba aquí el despliegue que acompaña a la exposición, un esfuerzo colectivo "de primerísima división que merecería tener difusión nacional", señaló el editor y crítico literario Ignacio F. Garmendia, responsable de la edición de la monumental Obra completa del autor que acaba de publicar Libros del Asteroide en colaboración con la Diputación de Sevilla, y responsable también de la selección de textos de Chaves publicada por el CAL con motivo de la muestra, En tierra de nadie. Antología de artículos, narraciones y crónicas.

Una de las vitrinas con documentos originales del diario 'Ahora'. Una de las vitrinas con documentos originales del diario 'Ahora'.

Una de las vitrinas con documentos originales del diario 'Ahora'. / Juan Carlos Vázquez

Coordinado por Charo Ramos, autora asimismo de su extenso y clarificador capítulo inicial, el catálogo de la muestra reúne a especialistas de probada autoridad para analizar desde múltiples perspectivas tanto la figura y la obra de Chaves como –no menos importante, dadas las enormes convulsiones de las que fue lúcido y sereno testigo– el contexto histórico en el que desarrolló su indesmayable producción: Mar Abad, Juan Antonio Rodríguez Tous, María Isabel Cintas, Julián Casanova, Paloma Bravo, Anna Caballé, Ignacio Martínez de Pisón, Juan Bonilla, Xavier Pericay, Felipe Benítez Reyes, David González Romero, Ricardo Cadenas, Tatiana Beca Osborne y, compareciendo como entrevistados, los anteriormente citados Mainer y Abelardo Linares.

Distintos objetos y enseres de la época. Distintos objetos y enseres de la época.

Distintos objetos y enseres de la época. / Juan Carlos Vázquez

El exhaustivo homenaje se completa –last but not least– con un cuaderno didáctico elaborado por Juan Antonio Rodríguez Tous. Significativamente titulado Democracia y periodismo, su fin es incorporarlo a las aulas de Secundaria como material de trabajo. Escritor y profesor de Filosofía tanto en la universidad como en institutos durante muchos años, sabe bien Rodríguez Tous que la democracia, como todas las cosas obvias o sensatas, "no tiene glamour", y que el ímpetu de los jóvenes los hace fácilmente receptivos a las ideas extremistas. Y de esto –miles de páginas llenas de prosa clara y dignidad moral indoblegable lo avalan– sabía demasiado, más de lo que hubiese querido, Manuel Chaves Nogales.

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