Artes escénicas

Una autopsia con el corazón de Lorca

  • 'La leyenda del tiempo', que este fin de semana tiene su estreno absoluto en el Teatro Central, revisa 'Así que pasen cinco años'

Carlota Ferrer y Darío Facal.

Carlota Ferrer y Darío Facal. / Víctor Rodríguez

Dos de los directores más interesantes del momento, Carlota Ferrer y Darío Facal, reinterpretan uno de los textos más fascinantes y enigmáticos de Federico García Lorca, Así que pasen cinco años, en La leyenda del tiempo, un montaje que se puede ver este fin de semana –viernes y sábado– en el Teatro Central y en el que sus creadores persiguen conmover a los espectadores sin renunciar al universo onírico y sugerente, el "misterio" que el autor desplegó en su obra.

"Teníamos interés en que no quedara algo hermético", apunta Ferrer sobre la relectura de esta pieza, escrita en agosto de 1931 y englobada dentro del Teatro imposible de Lorca que completan El Público y la inconclusa Comedia sin título, un material que "a veces asusta" pero en el que se han adentrado Facal y Ferrer con los ánimos dispuestos al asombro y la revelación. "A punto de estrenar, aún nos damos cuenta del significado de algunas partes del texto, porque Lorca no da puntada sin hilo", defiende la directora madrileña sobre una obra que se pregunta "sobre el amor no correspondido o el miedo a la muerte".

La historia del Joven abandonado por la Novia, una peripecia contada con la inventiva y la fiebre con que había cantado el surrealismo, continuaba la senda lírica y sorprendente que Lorca había abierto con El público, "un camino nuevo que conlleva una enorme dificultad para la representación", asegura Ferrer. Pero en la aproximación a la obra los directores se han topado con una situación que no preveían. "Hay veces en que, al trabajar un texto, éste se rebela. Y esta pieza que creíamos esencialmente poética ha resultado ser inesperadamente teatral. Con otros autores que tienen un lenguaje exuberante y poético eso no ocurre. Así que pasen cinco años [que en la versión de Ferrer y Facal se presenta con el subtítulo que Lorca le puso] acaba siendo muy estimulante para un director", opinan.

Una imagen promocional de 'La leyenda del tiempo'. Una imagen promocional de 'La leyenda del tiempo'.

Una imagen promocional de 'La leyenda del tiempo'. / Vanessa Rabade

El tándem había coincidido en la coordinación artística del Corral de Comedias de Alcalá de Henares, pero aquí firma su primera dirección conjunta. "Sabíamos que en la gestión y la programación teníamos sintonía, pero esto podía habernos costado la amistad", bromea Facal. Afortunadamente, no ha sido así. "Está muy bien tener a alguien que te diga que esa idea que creías genial realmente no lo es. Son dos voces que al unirse suman, que no han restado", sopesa Ferrer. "En la obra hay detalles de movimiento, de danza", añade su compañero, "muy propios de lo que ha hecho Carlota, pero también hay otros rasgos en los que me reconozco. Y, lo pensaba el otro día en un ensayo, eso es bonito", continúa Facal, que entre las concesiones que hizo señala el haber mantenido a los personajes del Arlequín y el Payaso, "un imaginario que no me atrae nada. Pero los grandes textos obligan a ser respetuosos, no te puedes alejar demasiado de ellos. Son como engranajes muy pensados cuyas piezas no puedes suprimir porque puedes estar quitándole sentido al conjunto".

"Lorca murió en los años 30. Teníamos que buscar cuál era hoy el teatro bajo la arena", aseguran

Los dos habían revisitado ya, por separado, la producción de Lorca: Ferrer había delegado en un grupo de actores (hombres) los personajes de su Esto no es La Casa de Bernarda Alba; Facal, por su parte, se había aliado con Alberto Conejero para buscar en el Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín resonancias de otras obras del granadino. Esta vez abordan el original de manera fiel, pero alterando algún aspecto de su dramaturgia. "Lorca es de una modernidad absoluta", reivindican, "pero no deja de ser un autor de los años 30, fascinando con lo que en aquel momento era vanguardia. El music hall, algo rompedor en su tiempo, hoy forma parte de la vía más comercial. Teníamos que preguntarnos dónde estaba ahora ese teatro bajo la arena del que él hablaba, su equivalente, que estaría en registros más performáticos", dicen los directores, que han recurrido a un elenco joven que desprende "frescura" y logra dar vida a "esa idea que defendía Lorca: que el teatro es la poesía que se hace carne y se levanta del libro".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios