Es inevitable. Todas las miradas se dirigen a tu mesa. Acaba de llegarte el postre, uno de los más originales y bonitos que has visto jamás. Lo miras, y piensas que te da pena comértelo. Pero allá que vas, lo vas rompiendo poco a poco, con delicadeza, y conforme vas descubriendo sabores se va alejando la pena para dejar paso a una enorme sonrisa.

Esta obra de arte de la repostería es el bonsai de chocolate de El Traga y lo ponen en su establecimiento de la calle Aguilas, el primero que pusieron en marcha. La tierra está hecha con galleta de naranja y chocolate blanco, y debajo, oculta, una cama de mousse de chocolate blanco, negro, con leche y un coulis de fresa, frambuesa y pimienta de Tasmania. Al lado del tronco, que es de chocolate negro, lleva un helado de vainilla, y encima, el algodón de azúcar haciendo las veces de copa. Como césped, un poco de azúcar isomalt, y para coronarlo, flores de pensamiento.

El trabajo es del equipo de cocina que comanda el cocinero Jesús Rosendo y lo acaban de estrenar en el establecimiento

No está en carta, así que si tenéis la enorme suerte de encontrarlo ese día, no lo dudéis. Lo mejor es encargarlo con antelación. Solo por la foto ya merece la pena.

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