cómics

La canción del pirata

  • 'Los Campbell', de José Luis Munuera, es una divertida serie de aventuras, humor y drama que presenta personajes carismáticos, situaciones divertidas y multitud de homenajes

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

Espronceda escribió el poema La canción del pirata (1835), exponente del Romanticismo español, cuyo protagonista tiene como ideal la libertad. Son conocidos los versos: "Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela, un velero bergantín...".

La piratería no sólo ha servido de inspiración para la literatura, también para otras artes, como el cine y el cómic. De éste último, es ejemplo el murciano José Luis Munuera (Lorca, 1972), que comenzó a publicar tebeos directamente en Francia a mediados de los noventa.

Munuera visita el Salón del Cómic de Angulema (Francia), donde coincide con Joann Sfar. Juntos publican en Delcourt Los Potamoks (1996). Munuera desarrolla su carrera en el mercado francófono, con más de veinte títulos publicados de sus diversas series, siempre con guionista francés: Merlin (1999), Sir Pyle (1999), Nävis (2004) o Spirou y Fantasio (2004). Sus cómics se han traducido a la mayoría de las lenguas europeas, e incluso al chino cantonés.

También dibujó la adaptación al cómic de la película de Dreamworks La ruta hacia El Dorado. Ha publicado títulos como El juego de la Luna (con Enrique Bonet, por el que fue seleccionado en el Salón del Cómic de Angulema); Fraternity (con Juan Díaz Canales, guionista de Blacksad); y Walter el lobo, una serie realizada enteramente por él, igual que Los Campbell.

Los Campbell es una serie de aventuras, humor, drama y piratas que presenta personajes carismáticos, situaciones divertidas y multitud de homenajes. En el centro de todo, Campbell: una leyenda de la piratería. Pero, cinco años antes, su mujer fue asesinada, y Campbell se retiró. Ahora cuida de sus hijas Ítaca y Génova, lejos de dolorosos recuerdos.

Carapepino no lo pone fácil, desesperado por ser favorecido por el temible corsario Inferno. Campbell se ve obligado a huir con sus hijas y esconderse en una comunidad de leprosos. Pero el enfrentamiento parece inevitable, porque el vínculo entre Campbell e Inferno es complejo.

Más allá de algunos guiños a clásicos como Astérix el galo o Lucky Luke, y de lo bien definidos que están los personajes, es notable el nivel de recreación de la época dorada de la piratería, aderezado con ingredientes de cosecha propia.

Las historias de piratas presentan acción, aventura, humor e incluso drama. Sin embargo, si tenemos que elegir uno solo de estos temas, no hay duda de que lo que destaca por ser algo inherente en cualquier pirata es su afán aventurero.

La familia Campbell tiene sangre de pirata y alma aventurera, que hará que se oculten en una isla de leprosos mientras Carapepino y el malvado Inferno intentan dar con ellos. El elemento familiar estará muy presente, pues la relación entre las hermanas Campbell será fundamental.

Los colores vivos que emplea Sedyas nos trasladan a las islas del Caribe por donde se mueven los Campbell, Inferno o Carapepino. Otro elemento que enriquece es la textura sepia de los flashbacks en contraposición con el resto de la historia.

Munuera trata de renovar el género con las dos jóvenes heroínas en las que se convierten Ítaca, la adolescente; y la pequeña y revoltosa Génova.

Los Campbell no es una parodia. Ni siquiera es un cómic de humor, aunque lo tiene, y muy bueno. Munuera dosifica la información para presentar a cuentagotas a todos los personajes de Los Campbell. Y así es como consigue que el lector quede atrapado en sus páginas.

Es asombrosa la cantidad de información que el lector recibe en este primer álbum sin apenas darse cuenta: la figura del protagonista, Campbell; la personalidad de sus dos hijas, Ítaca y Génova, ávida lectora la mayor y muy traviesa la menor; las motivaciones de Inferno como rival de Campbell, y la relación que hay entre ambos; la sugerente presencia de Fanny; los misterios de la isla Bakaloo...

Además de la caricatura, el ilustrador realiza un formidable trabajo de ambientación y documentación. Pocas tramas se prestan a unos paisajes más idílicos: islas desiertas, océanos embravecidos, pueblos costeros, tabernas donde se respira ron, tesoros escondidos...

Munuera nos muestra en este álbum unas páginas magníficas de narrativa ágil, imparable y que satisfará a lectores de un muy amplio abanico de gustos y edades.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios