Salir al cine

Primavera de reestrenos

  • Un puñado de extraordinarios clásicos modernos regresan a la cartelera como estrategia para revitalizar la asistencia a las salas. Siguen los ciclos en Cicus, Tres Culturas y Caixaforum, y a Netflix llega la inquietante serie 'Los hijos de Sam'. 

La crisis del sector de la exhibición cinematográfica se ha acentuado durante la pandemia y los reestrenos han sido una de las respuestas para intentar atraer a un público cada vez más cautivo del sofá y las plataformas.

Algunas cadenas y empresarios impulsaban pases exclusivos con carácter de acontecimiento de títulos como Indiana Jones, E.T., Tiburón, Regreso al futuro, Cazafantasmas, Los Goonies o Desafío total, todos ellos en búsqueda del masajeo generacional de los cuarentones con hijos a los que iniciar en la experiencia de la gran pantalla a través del espectáculo popular

Pero también ha habido espacio para clásicos y versiones restauradas o con nuevos montajes: El chico, de Chaplin, Dersu Uzala, de Kurosawa, El padrino III, de Coppola, o Cinema paradiso, de Tornatore, volvieron a las salas en un año sin grandes estrenos.

Más interesante aún resultó la repesca, también en versiones restauradas en 4K, de títulos de culto del cine de autor contemporáneo como Deseando amar, de Wong Kar-Wai, todo un acontecimiento previo a la recuperación en blu-ray de buena parte de la exquisita filmografía de su autor (Avalon), Crash, la fascinante y turbadora cinta de David Cronenberg basada en la novela de J.G. Ballard, o Akira, de Katsuhiro Otomo, cinta clave para entender el anime posmoderno.

Esta primavera le da un importante empujón a la tendencia con el regreso de la saga de El señor de los anillos y, en lo que sin duda es el gran acontecimiento cinéfilo para las próximas semanas de mayo y junio, el reestreno en salas de la maravillosa Charulata (1964, ya en cartelera), del indio Satyajit Ray, de quien se cumplen ahora cien años de su nacimiento; Masacre: Ven y mira (1985, ya en cartelera), del ruso Elem Klimov, desoladora obra cumbre del cine bélico; Goodbye, Dragon Inn (2003, desde el 14 de mayo), de Tsai Ming-Liang, todo un homenaje a las viejas salas de cine; El viaje de Chihiro (2002, desde el 21 de mayo), la obra maestra de Hayao Miyazaki y primera en ganar un festival (Berlín) de categoría A; Reservoir dogs (1992, desde el 3 de junio), el celebrado debut de Quentin Tarantino; Mulholland Drive (2001, desde el 11 de junio), de David Lynch, situada en el primer puesto de muchas listas con el mejor del siglo XXI; y Valhalla rising (2009, desde el 14 de mayo), la épica guerrera medieval de Nicolas Winding Refn protagonizada por Mads Mikkelsen. Estén muy atentos a la cartelera y a las fechas porque no encontrarán nada mejor.

'Los hijos de Sam': historia de una obsesión

El de El hijo de Sam fue uno de los primeros grandes casos mediáticos de la era moderna relacionado con un asesino en serie. Entre 1976 y 1977, las calles de Nueva York vieron aparecer cadáveres y heridos de bala de manera aleatoria hasta que la policía detuvo a David Berkowitz, que había estado jugando al gato y al ratón a través de cartas plagadas de frases y símbolos cifrados que se convirtieron en pasto para el sensacionalismo y la paranoia.

Este nuevo true crime para Netflix en cuatro episodios reconstruye el famoso caso con abundante material de archivo, pero profundizando en la versión no oficial de su resolución enarbolada por Maury Terry, un periodista obsesionado con la relación de los crímenes con un culto satánico nacional y convencido de la autoría múltiple de los mismos. Una obsesión de la que hizo prácticamente su razón (y su modo) de vida y de la que estas cuatro horas dan buena cuenta a través de la reiteración y la insistencia en unos mismos motivos y recorridos que no conducen a una verdad concluyente, mientras que de fondo resuena el molesto eco del amarillismo y el miedo para conseguir grandes audiencias.

La serie abusa impunemente de la música dramática pero mantiene su interés gracias al contrapunto entre el archivo, los testimonios actuales de algunos colaboradores y las notas del propio Maury narradas por Paul Giamatti

Veranos, meninas y asuntos de familia

Después de adaptar a Bohumil Hrabal en Trenes rigurosamente vigilados (1967), la película que lo dio a conocer internacionalmente y con la que ganó el Oscar al mejor filme de habla no inglesa, el checo Jiri Menzel hacía lo propio con una novela de Vladislav Vancura en Un verano caprichoso (1968), parábola social en clave de humor negro sobre tres personajes ociosos a orillas de un lago cuya tranquilidad se verá alterada por la llegada de un funambulista y su atractiva ayudante. La pueden ver en Cicus, el lunes 17, a las 19h., dentro del ciclo dedicado a la nueva ola checoslovaca

Palma de Oro en Cannes 2018, Un asunto de familia, del japonés Hirokazu Kore-eda, regresa una vez más a las pantallas locales el martes 18, a las 20:30h, en la Fundación Tres Culturas, dentro del ciclo Cine y Diversidad. También regresa, en este caso a Caixaforum (mañana viernes 14 a las 19h.), el interesante documental El cuadro, de Andrés Sanz, que se adentra literalmente en Las Meninas de Velázquez para desentrañar su historia, sus claves y secretos.  

El estreno de la semana: 'Borrar el historial'

A concurso en la sección oficial del pasado SEFF, la cinta francesa Borrar el historial, de Delépine y Kervern, le toma el pulso a los nuevos tiempos marcados por el algoritmo y las adicciones tecnológicas en clave de comedia del absurdo protagonizada por un trío de perdedores del extrarradio suburbial en su patética batalla por recuperar el rumbo de sus vidas fracasadas y ganarle el pulso a las grandes corporaciones globales. Gardin, Masiero y Podalydès prestan la percha caricaturesca a unos tipos a los que se acaba cogiendo cariño.   

Borrar el historial