Escuchar el cine

Iglesias y la esencia musical 'almodovariana'

  • En la banda sonora de 'Madres paralelas', Alberto Iglesias vuelve a destilar el universo genérico, tonal y temático de Almodóvar. Dos discos recopilatorios celebran la música para el 'giallo' italiano y los poemas sinfónicos de Herrmann para la radio.  

Si la música de La voz humana ponía el colofón a la relación entre Iglesias y Almodóvar en forma de autohomenaje hecho de fragmentos ensamblados de varias de sus bandas sonoras desde Carne Trémula a Dolor y gloria, la de Madres paralelas, recién editada por Quartet Records, reabre una vez más ese característico sonido almodovariano que el compositor donostiarra viene desplegando y destilando (cada vez más esencial y depurado, como lo son también las películas del manchego) en unas formas y modos que beben a un tiempo de la música clásica española (de Soler a Falla), la música popular asociada a nuestro folclore y una escritura y sonoridades orquestales que remiten a Debussy y los impresionistas franceses, a la música cinematográfica de Hollywood, y más concretamente a la de Bernard Herrmann, en un tejido emocional complejo, siempre atento al marco narrativo pero también a los pequeños detalles y gestos (de una respiración a unas puertas que se abren),  y que nunca deja de ser personal, reconocible y autorreferencial de una película a otra.

El destello deslumbrante y arrebatador llega ahora con ese breve tema de apertura donde se citan una pandereta saltarina, un golpe sutil de cimbalón, un latido electrónico y las cuerdas de cámara en fuga y contrapunto. Y sigue con una melodía de aire popular al piano, los clarinetes bajos, una viola llorona, un arpa misteriosa, un aire de ensoñación y suspense, de premonición y muerte, infiltrados entre la escritura orquestal y sus matices a pequeña escala. Es una vez más Iglesias quien mejor lee e integra con su música esos dos caminos, el del melodrama y el del gesto político, que las imágenes y el relato no siempre terminan de hilvanar en Madres paralelas.

La edición discográfica incluye también el Summertime de Janis Joplin que sirve de ensamblaje a una de las mejores secuencias del filme, y la versión del Autumn leaves de Miles Davis que suena en las sesiones fotográficas.

'Paura': músicas para el cine de terror italiano

La muerte del maestro ha reactivado la edición discográfica de algunas joyas descatalogadas o inéditas de los archivos del sello Cam Sugar, del que han aparecido ya un recopilatorio extraordinario con el Morricone más psicodélico (Morricone Segreto), su banda sonora para I Malamondo (1966), la de Riz Ortolani y Nino Oliviero para Mondo Cane (1962) o esta flamante compilación (Paura: A Collection Of Italian Horror Sounds From The CAM Sugar Archives) con algunas bandas sonoras poco conocidas del prolífico cine de terror italiano de serie B, giallo incluido, que inundó las salas de barrio en los 70 y 80.

El propio Morricone y su música para Mio caro assassino abre un disco (doble en edición de vinilo) que deambula por la psicodelia, el rock progresivo, los ritmos tribales, el free jazz y las experimentaciones sonoras, instrumentales y vocales (con Edda Dell’Orso) de la mano de compositores como Nicolai, Cipriani, Ortolani, Goblin, Gatti, Pisano, Waitzman, Fidenco, Giombini, Cordio, Patucchi, Micalizzi o Ceccarelli, que desplegaron en estos filmes audacias impensables en géneros mayores. Y eso que ganamos en la forma de un estallido de extravagancia, contemporaneidad, originalidad y desprejuicio que suena hoy igual de atrevido, bizarro y gozoso al oído nuevo o al nostálgico.  

Los ‘melodrams’ radiofónicos de Herrrmann

Antes de desembarcar en Hollywood, el joven Bernard Herrmann se había labrado ya una carrera en la radio (CBS) al servicio de dramas y seriales, pero también de estos ‘Melodrams’ en los que, a petición de David Ross, puso música a poemas del mejor repertorio (de Keats, Poe o Wilde a los clásicos chinos) en una original forma híbrida donde música y recitado interactúan y se dan el relevo.

Perdidas durante años, el sello New Discovery ha ido recuperando y grabando (de la mano de Michael MacGehee) estas partituras en formato de cámara o en versiones orquestales con las voces de algunos reputados herrmannianos como Steven C. Smith, Christopher Husted, Jon Burlingame o Christopher Young. Este doble disco agrupa ahora en suites con o sin poema las piezas Cynara, Annabell Lee, The city of grass, Weep you no more, sad fountains, The Willow leaf, The happy prince o La belle dame sans merci.

Explosions in the sky: ‘Big Bend’

La banda de rock instrumental de Texas selecciona bien sus participaciones en el cine (Prince Avalanche). En esta ocasión despliegan sus sugerentes paisajes sonoros y tiempos medios acompañando las imágenes del documental para la PBS sobre el Parque Natural Big Bend, un impresionante y fronterizo espacio natural junto al Río Bravo observado desde el aire y a ras de fauna y revelado en sus texturas desérticas por guitarras, cuerdas, piano, campanas y batería.