Cine de naturaleza

Entre linces ibéricos y águilas imperiales

  • El documental 'Dehesa' llega a las carteleras españolas este fin de semana para reivindicar la conservación de un paisaje único en el mundo

El lince ibérico en su hábitat.

El lince ibérico en su hábitat. / José Ramón Lora

Dos hembras de lince peleándose entre ellas, tras intentar mediar en una riña de sus crías, protagonizan una de las secuencias más llamativas de Dehesa, el bosque del lince ibérico, una inmersión en un ecosistema exclusivo de España y Portugal que este fin de semana llega a las carteleras para reivindicar desde la gran pantalla la difusión y conservación de este paisaje único en el mundo.

Con guión de Carlos de Hita, la nueva película documental del director madrileño Joaquín Gutiérrez Acha, artífice de la aplaudida Cantábrico (2017), se adentra en el lugar donde numerosas especies como el buitre leonado o el águila imperial viven, cazan, se aparean y mueren. Y lo hace con el mismo espíritu observador y perseverante con que otras películas documentales nos adentran en la sabana africana. Para Acha, viajero impenitente pero con hogar desde hace más de dos décadas en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde tiene su familia y el estudio en el que almacena sus equipos de rodaje, es "un orgullo" acercar a todos los públicos "un ecosistema considerado el de mayor diversidad de Europa aunque aparentemente, cuando entramos en estos bosques mediterráneos aclarados, solo vemos cuatro árboles pelones y un suelo con pastos y ovejas. Pero, como decimos siempre, cuando el hombre se da la vuelta y se va a su casa empiezan a salir los animales salvajes". Dehesa, prosigue, es la mayor producción sobre nuestra naturaleza hecha nunca en España: han sido más de dos años de rodaje y uno de posproducción, que incluye la creación de la banda sonora de Victoria de la Vega.

"La dehesa -recalca Acha- es la gran desconocida, paseas por ella y si no te lo enseña un equipo de trabajo difícilmente apreciarás qué pasa de noche, dónde se bañan los buitres que no se dejan ver... La paciencia y la constancia son las armas más importantes de nuestro oficio, tenemos que esperar horas y horas para conseguir imágenes. El martín pescador, por ejemplo, lo vemos pescando a 1.600 fotogramas por segundo gracias a cámaras especiales que descomponen el movimiento y aprecian lo que el ojo humano no puede ver, por eso es maravilloso proyectar esta película en salas de cine, donde puedes oír el ajetreo de los buitres o cómo cae la lluvia".

Ciervos en el bosque del lince ibérico. Ciervos en el bosque del lince ibérico.

Ciervos en el bosque del lince ibérico. / José Ramón Lora

Coproducida junto a Portugal, Dehesa se ha rodado en muchos puntos de Andalucía -fincas de la Sierra Norte de Sevilla, en Los Pedroches, en Cádiz dentro del parque de los Alcornocales, en Sierra Morena- pero también en el Alentejo portugués, Castilla-La Mancha, Castilla León, Extremadura... "Hemos rodado ahí donde hay dehesas y también en los montes de alrededor porque es donde se refugian las águilas que usan la dehesa de cazadero", explica.

Joaquín Gutiérrez Acha, director y cámara de 'Dehesa'. Joaquín Gutiérrez Acha, director y cámara de 'Dehesa'.

Joaquín Gutiérrez Acha, director y cámara de 'Dehesa'.

El protagonismo del lince en la cinta detalla por qué este gato salvaje se mantiene como emblema del monte mediterráneo. "El lince es un endemismo como lo son la propia dehesa y el águila imperial, son propios y exclusivos de la Península Ibérica, pero es un animal muy difícil de rodar porque quedan pocos y se dejan ver menos. Sin embargo, no se trata de un animal desconfiado. Y es especialmente hermoso, al igual que el águila imperial". Ambas especies están afectadas por un problema "muy grave": la desaparición de conejos por enfermedades (la hemorrágico vírica y la mixomatosis son las principales). "Los linces no comen carroña, sino conejos, pero están buscando fuentes alternativas de alimento", explica el documental, que insiste en que el conejo, del que también se alimenta el águila imperial, es el animal esencial para la dehesa. "Cuidar al conejo es el mejor modo de salvar al lince, tenemos que mejorar su hábitat. Hoy el lince está mejor que hace diez años gracias al trabajo increíble de la Junta de Andalucía pero sigue estando en riesgo como el águila imperial", subraya Acha.

El vuelo del águila imperial. El vuelo del águila imperial.

El vuelo del águila imperial. / Joaquín Gutiérrez Acha

La pelea de los linces, la tensión de los buitres leonados cuando aparecen los zorros, el apareo de la mantis y la evolución del martín pescador son algunos hitos de este trabajo, rodado con apenas tres cámaras, una principal y dos autónomas, que deja ver claramente la huella fundacional de Félix Rodríguez de la Fuente en el cine ecologista. "Él fue para mí el propulsor de mi actividad, el que determinó la profesión que iba a asumir durante toda mi vida. Ahora el lenguaje audiovisual ha cambiado mucho y ya los conductores como él no son tan importantes frente al protagonismo de los animales, que cuentan su propia historia. En ese sentido, ahora son la BBC, National Geographic y Terra Mater las que marcan las tendencias del mercado", contextualiza.

Cámara y director, Acha celebra haber logrado dos nominaciones a los Goya al mejor documental por sus anteriores trabajos con la productora Wanda Natura, Guadalquivir y la citada Cantábrico. "Hemos trabajado mucho para la televisión, para National Geographic, BBC, Canal Plus o Canal Sur, y en el cine de ficción debutamos asumiendo la dirección de la unidad de naturaleza de Entre lobos de Gerardo Olivares, que interpretaban Juan José Ballesta y Sancho Gracia. Y luego hemos rodado estas tres películas que llegan como documentales al mercado internacional en una versión reducida de 52 minutos (la Dehesa que este fin de semana se estrena en los cines de España suma hora y media de metraje).

El martín pescador reclama su protagonismo en el documental. El martín pescador reclama su protagonismo en el documental.

El martín pescador reclama su protagonismo en el documental. / Rafael Palomo

El contacto laboral de Gutiérrez Acha con las dehesas se remonta a su participación en El latido del bosque, un documental de National Geographic rodado en el parque natural de Los Alcornocales por un equipo español, que era precisamente el suyo, y que ocupó portadas en numerosas revistas y diarios. Dehesa prolonga la alianza de Acha con Wanda Natura, con quien hicieron Guadalquivir, rodada desde donde nace el río en las sierras de Cazorla y Segura a la desembocadura en las marismas del Guadalquivir, y Cantábrico.

Además de seguir las peripecias de los animales que la pueblan desde ángulos inéditos, en Dehesa hay también una llamada a la conciencia paisajística. "Las dehesas están en riesgo por enfermedades no sólo de los conejos y otras especies animales, sino de los propios árboles. Podrían desaparecer en pocos años y convertirse en zonas áridas, por eso hay que cuidarlas, detectar los problemas, ver cómo se puede detener la acción de los escarabajos, los hongos, las plagas, el cambio climático y la compactación del suelo dejándolas descansar tranquilas. A pesar de que los alcornoques, encinas y quejigos están preparados para soportar el calor no lo están para sufrir estas temperaturas tan brutales que siguen subiendo algunos grados más cada verano, y por eso en ocasiones los árboles no pueden superar el estrés hídrico y se van secando. Es esencial repoblar y no dejar morir el bosque. Hay que actuar".

La montanera, ejemplo de la actividad humana en la dehesa. La montanera, ejemplo de la actividad humana en la dehesa.

La montanera, ejemplo de la actividad humana en la dehesa. / Herminio M. Muñiz

El documental remarca que la dehesa es un monte intervenido por el hombre en su propio beneficio al que los animales se han ido adaptando con sabiduría y paciencia. "En ese espacio, en teoría, los hombres y los animales todavía caminan juntos y por eso los que viven de la dehesa deben cuidarla, sobre todo los que viven de la extracción del corcho y de la montanera, con su pasto de bellotas para el cerdo ibérico", añade.

¿Podrán nuestros linces, ovejas, águilas y buitres competir en las pantallas de todo el mundo con los atractivos leones, que parecen ser los animales más demandados todavía por el cine de naturaleza? Acha no lo duda: "Nuestra naturaleza impresiona. Hay muchos urbanitas que jamás han visto una abubilla y se quedan maravillados al verlas en pantalla grande. Tenemos una riqueza natural enorme y nuestro proyecto quiere divulgarlo sobre todo para que se pueda conservar y preservar". Por eso, el artífice de este documental invita a los espectadores a acudir a las salas de cine este primer fin de semana "porque merece la pena ver Dehesa en pantalla grande y, si no funciona bien, los distribuidores la retirarán en cuanto pase el Puente del Pilar".

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