Crítica 'Heidi'

El desafío de triunfar volviendo a filmar 'Heidi'

heidi. Drama, Alemania, 2015, 106 min. Dirección: Alain Gsponer. Intérpretes: Bruno Ganz, Isabelle Ottmann y Anuk Steffen. Guión: Petra Biondina Volpe. Fotografía: Matthias Fleischer. Música: Niki Reiser.

La literatura infantil y juvenil es un invento del siglo XIX propiciado por la floreciente industria editorial y el cada vez más alto nivel de escolarización y alfabetización que abrió un nuevo mercado a los editores. Todas sus referencias primeras y clásicas pertenecen a ese siglo con excepciones como Perrault y algunas obras de Defoe y Swift. Los hermanos Grimm empezaron a publicar sus cuentos a partir de 1812 y Andersen de 1835, Cinco semanas en globo -primero de los Viajes extraordinarios de Verne- se publicó en 1863, Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas en 1865, Las aventuras deTom Sawyer en 1876 (el mismo año que en España Saturnino Calleja inició su colección de cuentos), La isla del tesoro y Las aventuras de Pinocho en 1883, Corazón en 1886, El libro de la selva en 1894, Los tigres de Mompracem en 1896, Peter Pan y Wendy en 1904... A este universo pertenecen la escritora suiza Johanna Spyri y su Heidi que no ha dejado de editarse y de filmarse para el cine o la televisión en imagen real o animada desde su publicación en 1880. Unas 30 versiones pueden contarse desde la primera, estrenada en 1920.

Tras un éxito tan prolongado hay siempre una razón que tiene que ver con una sinceridad emocional capaz de conectar con la sensibilidad del lector o el espectador. En el caso de Heidi es esencial que su autora volcara en ella su nostalgia por la idílica aldea suiza en la que transcurrió su infancia y juventud. Y, naturalmente, que lo hiciera con talento. Se podría dar a Heidi por quemada, tras tantas adaptaciones, y sobre todo tras la triunfal serie japonesa de 1974. Y se podría considerar suicida, en el estado del cine actual y de la hasta agobiante oferta de entretenimientos infantiles y juveniles, volver a filmarla. ¡Qué pereza!

Pero resulta que no. Por el simple procedimiento de mantener una absoluta fidelidad a la obra original, lo que significa hacerlo a los valores narrativos que le han procurado siglo y medio de vida, y de filmarla con el espíritu de nostalgia por la pureza del paisaje y de los sentimientos que inspiró a su autora, Alain Gsponer ha logrado crear una Heidi inteligente y emocionante. Su búsqueda de la autenticidad en la reconstrucción de las formas de vida, los asombrosos paisajes, el muy buen tratamiento de las líneas melodramáticas -sin énfasis pero también sin avergonzarse de estrujar la lágrima- y las espléndidas interpretaciones de la pequeña Anuk Steffen como Heidi, el siempre grande Bruno Ganz como el abuelo y una estupenda Katharina Schüttler como la señorita Rottenmeier, logran el casi milagro de proponer una Heidi que se ve sin sombra de pereza. Imprescindible como cura, o siquiera contrapeso, de los empachos de superhéroes digitales y videojuegos que afectan a los niños de hoy.

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