La gozosa y alargada sombra de Atrapado en el tiempo, de Harold Ramis, se cierne sobre esta comedia romántica flamante candidata a los Globos de Oro escrita por Andy Siara y dirigida por Max Barbakow, un filme que intenta dar una nueva vuelta de tuerca al género a partir del bucle temporal en el que quedan atrapados sus dos protagonistas, invitados marginales en una boda en mitad del desierto de la que es literalmente imposible escapar.

Comedia, romance y fantasía pop se alían así en un artefacto inteligente que tiene también algo del sello Apatow, a saber, un cierto desparpajo lenguaraz, excesivo e incorrecto a la hora de desplegar sus mejores gags, que pasan de lo sexual a lo pirotécnico con algún que otro guiño salvaje a los dibujos animados del Correcaminos.

Conscientes del bucle sin salida, tal vez metáfora de todo matrimonio o relación de largo recorrido, nuestra pareja de la marmota se esquiva y resiste hasta descubrir que es precisamente en la singularidad compartida de su bizarra situación donde reside la señal del destino para la unión de sus corazones solitarios y perdidos en un mundo de apariencias y clichés románticos.

Andy Samberg y Cristin Milioti componen dos extraordinarios retratos del perdedor y la inadaptada y propulsan el constante viaje de ida y vuelta hasta sus últimas consecuencias sin perder fuelle ni encanto en cada nuevo despertar mañanero. Palm Springs confirma que los caminos para la comedia romántica aún pueden ser muchos y originales.