El universo de Óliver | Crítica

Superhéroes de barrio

El niño Rubén Fulgencio, en una imagen del filme de Alexis Morante.

El niño Rubén Fulgencio, en una imagen del filme de Alexis Morante.

El primer largo de ficción del gaditano Alexis Morante, curtido hasta ahora en el documental musical (Camarón, Búnbury, Héroes del silencio), viaja a mediados de los años ochenta y al barrio popular de la infancia algecireña para sublimar la autobiografía novelada (Miguel Ángel González) con una fórmula que mezcla el costumbrismo local y las pinceladas de fantasía que tienen indudables referencias en esa nueva ola de revival de aquella década vista desde el prisma de las producciones Amblin o el universo de series como Stranger things.

Una fórmula de vocación comercial que aspira a impulsar industrialmente un cine juvenil que no vive precisamente sus mejores momentos en nuestro país. Tal vez sea ese el principal mérito de un filme que se reviste de cuento nostálgico cargado de mensajes y ánimo pedagógico construido desde la mirada de un niño cándido (demasiado blandito Rubén Fulgencio) que observa y descubre su entorno deprimido con una mezcla de resignación fatalista y un plus de imaginación digital que le hace escapar por las azoteas para mirar a las estrellas (la película de Zoe Berriatúa lo hacía mejor) con la complicidad de un abuelo (Pedro Casablanc) que se convierte en el reflejo del pasado y el destino de la suerte de su familia (con unos Reina y León de escaso peso específico) siempre al borde la crisis.

Morante recrea la infancia de barrio duro barnizando la memoria y puliendo las aristas de la calle, lo que hace de nuestros infantes, también de nuestros adultos, entes de ficción demasiado plegados a las necesidades del tono amable de la propuesta, por donde han de entrar también asuntos serios como la marginalidad, el trapicheo, el desempleo o el racismo que ponen el apunte social a lo que verdaderamente importa, a saber, el canto galáctico-futbolero a la cohesión familiar como escudo de supervivencia ante las adversidades.