Crítica 'Alcaldesa'

La campaña emocional

alcaldesa. Documental, España, 2016, 85 min. Dirección y fotografía: Pau Faus. Guión: Pau Faus, Ventura Durall. Música: Diego Pedragosa. Con: Ada Colau, Gerardo Pisarello, Xavier Trías, Jaume Collboni. 

A escasas fechas del inicio de una nueva campaña electoral, se acumulan los títulos para poder hablar ya de un cierto cine podemita. Sin contar El olivo, de Icíar Bollaín, que bien podría ser la primera ficción que recoge el espíritu post-15M en clave de fábula realista e intergeneracional, y a la espera del estreno de Cerca de tu casa, hasta tres documentales han llegado, llegan o llegarán pronto a la cartelera para glosar la emergencia de esta nueva formación política aspirante al poder y perfilar la vertiente humana de sus principales líderes: Pablo Iglesias, protagonista de Política, manual de instrucciones, que ha dirigido Fernando León, y Ada Colau, que aparecía ya en Informe General II de Portabella y es ahora la protagonista de esta Alcaldesa de Pau Faus que se presentó (con premio) en el pasado Festival de Málaga.

Un cine podemita que se articula sobre la vertiente realista y comprometida de la vieja ficción política de denuncia, pero también sobre un formato documental de seguimiento y ascenso que, desde un final (feliz) sabido y con un ojo en los modelos del reportajismo televisivo, apunta hacia la épica (colectiva), el retrato y el tono levemente hagiográficos y un mensaje directo para los ya convencidos de antemano.

Alcaldesa no escapa a la fórmula en su seguimiento a Colau durante el año previo a las elecciones municipales de mayo de 2015 que llevaron a la líder activista anti-desahucios a la alcaldía de Barcelona, un recorrido marcado por la alternancia entre lo público y lo privado, entre el pudor y el exhibicionismo, de la preparación y la estrategia de campaña al diario confesional emotivo y sincero, en el que las cámaras son siempre herramientas amigas y empáticas para el mensaje insurgente.

Hubo un tiempo, en los primeros 60, en que este tipo de documentales sobre campañas electorales o ascensos políticos sacaban a la luz perfiles ocultos, contradicciones o pasos en falso de sus protagonistas o fallas del sistema, una época aún cándida sobre el poder manipulador de la telegenia y sus estrategias discursivas. Aquello es ya hoy imposible por saturación mediática consciente, y ni siquiera cuando el traspiés ha sido capturado por la cámara e incluido en el montaje, se tiene la sensación de autenticidad o de haber generado un material mínimamente problemático.

El relato de ascenso y empoderamiento (sic) de Colau, cuyo personaje aquí no es otro que el de la mujer fuerte, emocional y auténtica que irrumpe como un huracán en un mundo de hombres, corbatas y viejas reglas de juego, forma parte de un trayecto preestablecido, un discurso igualmente pactado que no permite apenas fisuras dialécticas entre quien filma y quien es filmado. O lo que es lo mismo, ofreciendo una nueva, emocional, sofisticada y efectiva forma de propaganda.

A pesar de sus logros fílmicos, el documental que realmente nos gustará ver algún día es ése que empieza tras el plano final, justo cuando se cierra la puerta de una de las primeras reuniones del nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento.

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