carnaval colombino · Día sexto de preliminares

Debates en el descanso, sólo nos faltó el traductor de signos

Debates en el descanso, sólo nos faltó el traductor de signos

Jueves, ya queda un día menos para el fin de semana, eso es lo que está esperando el personal, que venga ya el fin de semana para comenzar el despiporre y la diversión. Hoy aquí en la bombonera es otro de esos días donde nunca pasa nada.

La gente está tranquila, no ha habido momentos de incertidumbre, de zozobra. Eso la Fopac lo tiene muy controlado: ante el menor atisbo de problemas, buenas caras y a intentar solucionarlos. Las cosas que se hacen bien hay que reconocerlas y si se puede evitar un conflicto pues se evita. Y digo esto porque don Antonio Hiero (presidente de la Fopac) sigue luciendo sus espectaculares trajes por todo el patio de butacas y claro, él mismo, para evitar conflictos, a mitad de la noche se los quita y se los regala a quien se lo pide. Una medida acertada, pues así no hay conflictos con los miembros de su junta directiva, que todos y cada uno de ellos quieren sus trajes pero para quemarlos, jajaja.

También nos comentó el presidente que él todavía no ha dicho que no se vaya a presentar a las próximas elecciones de la Fopac. Que todos lo están dando por sentado, pero que él todavía no ha dicho esta boca es mía y que no lo va a decir hasta más adelante. Como primicia nos dijo que ayer empezó a cortar uno de sus trajes de chaqueta para los próximos carnavales. Y esto no tiene nada que ver con si se presenta o no, que quede claro.

Los días van pasando, la sala tiene sus días de gloria con llenos hasta las trancas y días más tranquilitos con media entrada. Hoy es otro día de estos, de media entrada, eso si no le afecta al Pati que sea como fuere él siempre cuelga el cartel de "hasta las trancas", y es por una sencilla razón, los grupos cuando terminan sus ensayos se acercan hasta la carpa para comentar cómo ha ido el día, para mojarrear y despellejar a algún grupo.

Hoy la comparsa El fabricante ha vuelto a traer un traductor de lenguaje de signos encima del escenario. Es un componente más pues se tienen que saber al dedillo todas y cada una de las letras de la comparsa. Una gran idea que hace muchos años trajera por primera vez una comparsa lepera. Y que este grupo ha sabido seguir con esa inquietud, enhorabuena y a seguir con esa iniciativa.

En el descanso conseguimos improvisar un debate interesante en la última fila del Gran Teatro, hablamos de lo trascendente y de lo intrascendente también. Serán casualidades pero hablamos de la locura y de los enfermos psiquiátricos y la última comparsa trató el tema de forma espectacular. Hay gente que sigue loquita por el carnaval, otras por otras cosas.

Yo también hice una espada de madera y su casa era un castillo medieval, y he sentido martillazos en el pecho con el sabor del primer beso que me dio, como diría mi amigo Antonio Cabezas.

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