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Emprender en tiempos de crisis

  • Detectar una oportunidad de negocio que nadie haya aprovechado es un buen punto de partida para desarrollar nuestra vocación empresarial

Iniciativa, creatividad y capacidad de organización son algunos requisitos del buen emprendedor. Los que se deciden por la opción de ser su propio jefe y seguir su vocación empresarial ganan en independencia en el trabajo y en niveles de satisfacción personal, además del estímulo de enfrentarse a retos continuos. Por otra parte, para el crecimiento económico supone una manera de dinamizar el tejido empresarial y de crear empleo.

 

Los recursos para la creación de empresas están disponibles en organismos como el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, la Consejería de Empleo, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE) y la red de Andalucía Emprende, entre otros, que ofrecen guías y asesoramiento a los que deciden emprender.

 

Además, la ventanilla única empresarial virtual, iniciativa de las diferentes administraciones públicas y las cámaras de comercio, presta servicios integrados de tramitación y asesoramiento empresarial.

 

A la hora de poner en marcha una empresa, desde Andalucía Emprende aconsejan basar el negocio en una idea oportuna, para la que existan clientes que demanden el producto o servicio a medio plazo. Esta idea debe proporcionar además un valor añadido que diferencie a la nueva empresa de la competencia.

 

Como indica la CEAJE, no se trata de encontrar un negocio que revolucione el mercado, sino de detectar un hueco, una oportunidad que nadie haya aprovechado.

 

Estar motivado y creer en uno mismo, con espíritu creativo, son actitudes indispensables para sacar la idea adelante. Disponer de una red de colaboradores facilitará el análisis objetivo de las diversas situaciones que se vayan planteando.

 

Los pasos básicos en la creación de una empresa son: esbozar una idea de proyecto factible, desarrollarla mediante un Plan de Negocio, buscar recursos, constituir la empresa y ponerla en marcha.

 

El Plan de Negocio, o de empresa, abarca desde la definición de la idea hasta la forma concreta de llevarla a la práctica. Incluye la definición del producto y la delimitación del segmento de mercado al que se dirige, un estudio de mercado y análisis DAFO (de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades), plan de marketing, plan de producción, infraestructuras, organización y recursos humanos, plan económico y financiero, plan de prevención de riesgos laborales y elección de la forma jurídica de la empresa.

 

Trámites

La forma jurídica más idónea de la empresa (autónomo, sociedad civil, limitada, anónima...), dependerá del tipo de actividad, número de socios, la responsabilidad ante las deudas contraídas y del capital inicial que se quiera aportar. Independientemente de la denominación, si el negocio se emplaza en un local es necesaria una licencia municipal de apertura, que da el ayuntamiento correspondiente, así como una licencia de obras si hay que hacer reformas.

 

Según CEAJE, si la empresa está constituida por un empresario individual, mayor de edad y con libre disposición de ingresos, los trámites previos son el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE); la declaración censal de comienzo de la actividad y el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Si va a contratar trabajadores, tiene que inscribir a la empresa en la Seguridad Social; afiliar y dar el alta a los trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social y comunicar la apertura del centro de trabajo, así como adquirir y legalizar el libro de visita para las inspecciones de trabajo. También deberá declarar y liquidar en su momento el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

 

Si se trata de una sociedad mercantil, los trámites dependen del tipo de forma jurídica que se use. La Sociedad Limitada (S.L.) es la más común y los trámites son: certificación negativa del nombre, o acreditar que el nombre no pertenece a otra sociedad ya constituida; justificación de depósito bancario del capital social; otorgamiento de la escritura pública y estatutos sociales ante notario; liquidación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados; inscripción en el Registro Mercantil, alta en el IAE y en el censo de obligados tributarios. En su momento habrá que hacer la declaración y liquidación del IRPF, del IVA y del Impuesto sobre Sociedades. Si va a contratar trabajadores, los pasos son iguales a los del empresario individual.

 

El fomento del autoempleo es uno de los empeños de la Administración Pública. Algunas de las ayudas más significativas son las destinadas al autoempleo para autónomos, las dirigidas a promocionar la Economía Social, programas para jóvenes y mujeres, microcréditos, subvenciones a la inversión y otro tipo de ayudas como servicios de asesoría gratuita.

 

Por ejemplo, CEAJE ha suscrito un acuerdo de colaboración con la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), para estimular la creación de empresas promovidas por jóvenes emprendedores de hasta 40 años, facilitando el acceso a la financiación sin aval. Este préstamo para jóvenes empresarios tiene un importe máximo de 50.000 euros.

 

En la web de la Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa (DGPYME), del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, se pueden encontrar herramientas de utilidad para el emprendedor; desde información sobre los pasos previos, ayudas y subvenciones, hasta simuladores de modelos de negocio.

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