Bienal de Flamenco

Arcángel por derecho y en el matiz

  • El cantaor onubense llega mañana al Lope de Vega, en el último fin de semana de la cita, para presentar un recital de corte clásico aunque también con un espíritu "aperturista".

Desde que se reveló como una de las mejores voces de su generación, una de esas, además, capaces de realizar la proeza de poner de acuerdo tanto al público no necesariamente conocedor como a los cabales más exigentes y eruditos, Arcángel ha venido compareciendo en anteriores ediciones de la Bienal de Flamenco de Sevilla, como él mismo recordaba ayer en Santa Clara, con espectáculos creados expresamente para la ocasión y en los que se ponía el acento en un "matiz más aperturista e incluso futurista". Pero mañana, en su regreso a la cita donde se consagró hace ahora 12 años al ganar el Giraldillo al Cante, el artista onubense se olvidará de la música clásica, de la música barroca y de la contemporánea para proponer una actuación sencilla y sobria, sin sofisticaciones, centrada en el cante clásico y por derecho.

"La idea es que quede plasmado el conocimiento que hay que tener de la tradición para dedicarse a esto... pero dejando entrever también ese matiz aperturista", explicó el cantaor, para cuya actuación en el Teatro Lope de Vega se agotaron las entradas hace semanas, en una muestra más de la enorme expectación que suscita siempre su presencia en la Bienal. "Mi relación con el pasado siempre ha sido bastante fluida", añadió sobre el planteamiento del recital -más que espectáculo- en el que le acompañarán unos músicos de lujo: los guitarristas Miguel Ángel Cortés y Dani de Morón, Los Mellis a los coros y Agustín Diasseram, que días atrás acompañó exquisitamente a la bailaora Patricia Guerrero en el Teatro Central.

"Pero siempre he tenido un pie en el pasado y otro en el futuro, porque se trata, para mí, de que las miradas al pasado no signifiquen una renuncia al futuro esperanzador", retomó Arcángel, que centrará su repertorio en cantes ya grabados por él en sus discos, La calle perdía, Ropavieja y Quijote de los sueños, además de en palos que lleva prácticamente toda la vida cantando en directo. "Muchos de ellos han experimentado una evolución, la renovación que te da el tiempo. Porque un cante de Tomás Pavón es en teoría el mismo siempre, pero cuando llevas escuchándolo tantos años tus orejas no son ya las mismas: vas descubriendo siempre nuevos matices". En ellos residirá el encanto de este regreso a la Bienal de uno de los artistas flamencos más respetados de su generación.

Por lo demás, el cantaor inquieto y atento al futuro que es ya espera con expectación y algunos nervios un proyecto que le tiene ilusionado: la participación en la ópera que el compositor Mauricio Sotelo estrenará el año que viene en el Teatro Real de Madrid, una obra en la que conviven en pie de igualdad la música contemporánea y el flamenco. Arcángel también aprovechó la ocasión para promocionar un proyecto divulgativo en el que se ha involucrado como director de contenidos, una aplicación para teléfonos y dispositivos móviles, Flamenco Móvil.

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