Andaluzas 22M

El debate entra en campaña

  • Los candidatos aparcan los actos y se centran en la preparación de la cita televisiva Las alianzas poselectorales empiezan a capitalizar los mensajes de los partidos. Susana Díaz, Juan Manuel Moreno y Antonio Maíllo celebran su primer cara a cara.

El primer domingo de campaña electoral fue para los candidatos una jornada más de domingo que de campaña. Nada de mítines ni de actos vespertinos. Tocaba despejar el día de actos y retirarse a los cuarteles de invierno, o más bien de verano, por la temperatura que hizo ayer en buena parte de Andalucía. Tan sólo se prestaron a una agenda mínima para mantener algo de presencia en los medios, más por la coincidencia con una fecha tan señalada como la celebración del Día Internacional de la Mujer, que por la tensión informativa. Y algunos ni eso, como es el caso del candidato del Partido Popular, Juan Manuel Moreno que se mantuvo fuera del radar durante toda la jornada, dejando el protagonismo a segundos espadas.

Encerrados con su guardia de corps, Susana Díaz, Juan Manuel Moreno y Antonio Maíllo dedicaron la tarde a repasar hasta el último detalle la disciplina en la que debutan hoy a las 21:30 en Canal Sur. El debate entra en campaña y para todos ellos, neófitos como líderes de una candidatura electoral, será su primera vez. Y no la última, pues hay previsto otro debate a tres el próximo lunes en TVE.

Los politólogos afirman que un debate por sí solo no gana elecciones, pero sí que puede hacer que se pierdan por detalles nimios como lo fueron el sudor de Nixon o la mirada furtiva de Bush padre a su reloj . Y ninguno de los debatientes tiene mucho margen de error, conscientes de que estas elecciones sin mayorías claras se van a decidir a los puntos y no por KO.

Susana Díaz confesó que prepararía el debate con su equipo más cercano, "mis compañeros y compañeras del autobús", y que planteará lo que lleva haciendo "todos los días en Andalucía, que son hechos".

Por su parte, el candidato de Izquierda Unida pasó la tarde reunido con su equipo de campaña, dirigido por el secretario de Comunicación, Javier Moreno. El guión de su intervención, según adelantó, irá enfocado en la lucha "contra el paro y la corrupción".

Juan Manuel Moreno ya sabe que la televisión es agradecida y traicionera a partes iguales. Ayer no tuvo agenda pública, pero lo compensó con su intervención el sábado por la noche en el programa de Telecinco Un tiempo nuevo, -espacio al que también había sido invitada Susana Díaz pero declinó la oferta-. El candidato popular sorteó bien las trampas que le fueron lanzando los tertulianos en directo, confesando que sus hijos se educan en un colegio privado, hasta que se enredó en una suma sencilla. Pese a ello, el líder del PP se mostraba ayer en privado satisfecho por la experiencia. Considera que le "vino bien como entrenamiento" de cara al debate, donde lo que más le preocupa es "la gestión de los tiempos".

Más vale que le preocupe, porque Canal Sur no quiere dejar ningún detalle al azar. Los atriles de los candidatos llevarán incorporados cronómetros con cuenta atrás gestionados técnicamente por árbitros profesionales de baloncesto. El debate estará dividido en tres bloques de 28 minutos de duración. Cada candidato dispondrá de un minuto para un primer posicionamiento antes de pasar a los bloques temáticos, en los que dispondrán de nueve minutos que podrán administrar libremente,

Cada matiz cuenta en esta campaña de alianzas inciertas. Susana Díaz no desaprovechó la oportunidad cuando le preguntaron ayer su opinión sobre el hecho de que haya candidatos que lleven sus hijos a colegios privados, en alusión a la intervención de Moreno en Telecinco. "Defiendo la educación pública porque creo en ella y es la garantía de la igualdad de oportunidades", afirmó la candidata socialista. "En la educación pública nos enseñan a leer y a sumar bien, y nos enseñan también a ser buenas personas", sentenció.

Pero más allá de rifirrafes educativos y de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la jornada, al igual que lo está la campaña en general, estuvo marcada por el intrincado panorama político al que se enfrenta Andalucía tras el 22-M.

Ayer se habló y mucho de pactos. Tras avanzar el pasado sábado que el PSOE ganaría las elecciones con una mayoría insuficiente para gobernar, el Barómetro Joly reveló ayer que la opción más apoyada por los andaluces es la formulación de una gran coalición entre socialistas y populares.

Susana Díaz, a la que muy previsiblemente le tocará mover ficha en el escenario poselectoral, reiteró que no pactará "ni con unos ni con otros". "Que no me hablen de pactos ni de líos de partidos", recalcó en un acto en Osuna. Los unos son "los que tanto mal han hecho a Andalucía" -PP- y los otros son "los que no saben ni lo que quieren" -Podemos-. El único pacto del que quiere oír Susana Díaz es "con los andaluces", a los que advierte sobre promesas como los 600.000 empleos que vaticina para Andalucía el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una entrevista publicada ayer en este periódico. "Ya está bien de cuentos", zanjó.

Mientras tanto, Podemos y Ciudadanos transitaron ajenos a las cuitas de un debate televisivo del que todavía no son partícipes, por no contar con representación parlamentaria. Teresa Rodríguez ofreció su rostro más combativo en la celebración del Día de la Mujer, mientras que Albert Rivera alerta de los cantos de sirena poselectorales: "No vamos a ser comparsa de nadie que tenga ex presidentes imputados por corrupción". Escrito queda.

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