LA frase es de la hija de José Luis Sánchez Teruel y con ella se encontró después de dormir (poco) en una de las resacas electorales más deseadas en las filas socialistas desde hace mucho tiempo. La derrota, como suele suceder casi siempre, era necesario matizarla; el PP se ha quedado a tres mil votos de perder el séptimo diputado (lo cual llevaría la derrota a la situación de catástrofe) y al PSOE le faltan poco más de 400 para asegurar el quinto que espera conseguir en el recuento del voto de los almerienses residentes en el exterior. 

Había mucho que analizar para tratar de explicar el ambiente que se respiraba en la sede de la avenida Pablo Iglesias la noche del domingo donde, literalmente, se celebró por todo lo alto lo que a fin de cuentas es una derrota. La primera parada del secretario general provincial, José Luis Sánchez Teruel, fue para "agradecer, tal y como pedía Arenas, la celebración por separado de las elecciones autonómicas" algo que ha conllevado que "Almería se convierta en la provincia de toda Andalucía donde el PSOE retrocede menos en votos".

Los números hablan por sí mismos; "el PP pierde en Almería 43.298 votos y el PSOE sube 1.054" todo ello con un índice de participación notablemente más bajo que el pasado 20 de noviembre, fecha desde la cual, los populares "han perdido casi 44.000 votos, la mitad de la diferencia que había conseguido en los últimos años".

Los objetivos, por lo tanto, están más que cumplidos, especialmente el primero de ellos que consistía en hacer que "el PP comenzase a perder apoyo social, algo que ha sido ampliamente respaldado por los almerienses en casi todos los municipios de la provincia".

El segundo objetivo se quedó en puertas y consistía en "conseguir el quinto parlamentario" en la persona de José Pérez, el exalcalde de Oria. No se pierden del todo las esperanzas, al menos hasta el recuento del voto extranjero que se producirá el miércoles "donde tradicionalmente nos ha ido muy bien".

Las cifras globales mejoran de una manera más que notable respecto a lo conseguido hace apenas tres meses: "el PSOE gane en 49 municipios almerienses", entre ellos Macael, Tabernas, Oria, Alhama, Dalías o Gádor (de extrapolarse los resultados a las municipales Eugenio Gonzálvez perdería la Alcaldía) e incrementa de una manera más que notable su porcentaje de sufragios en localidades como Berja, Adra, Albox, Cuevas del Almanzora, Huércal Overa, Fines, Olula del Río, Tíjola, Níjar y Vícar (a pesar de que el presidente del PSOE, Antonio Bonilla, pierde de una manera notable en uno de los pocos feudos que le quedan al PSOE). También se destacó el "importante incremento de votos logrados en los dos municipios más importantes de la provincia después de la capital, en El Ejido y Roquetas".

El trasvase de votos a IU fue explicado por Sánchez Teruel con una frase del propio Griñán: "si me veo no me gusto, pero si me comparo gano mucho". Aún así, también hubo espacio para el propósito de enmienda, de "rectificar lo que se ha hecho mal" algo que no pasa por el tema de la corrupción ya que "a diferencia del PP, el PSOE denuncia los comportamientos irregulares, no los oculta nunca".

Las valoraciones quedaron para el final y pasan porque "los ciudadanos han mostrado claramente que no están de acuerdo con la manera que el PP tiene de gestionar al crisis, cargando todos los esfuerzos en las clases medias trabajadoras" y los resultados, en su opinión, muestran un apoyo a las tesis defendidas por los socialistas, es decir, una "economía productiva que apueste por los sectores de futuro frente al ladrillo, de los negocios con las cosas públicas que Arenas defiende y de la cual su hermano mayor, Gabriel Amat, es un catedrático".

Ahora queda esperar al próximo Congreso, aunque para ello, "deberá pasar la Semana Santa y que los militantes decidan, como se hace siempre en el PSOE".