Francisco Menacho. Número 3 en la lista del PSOE por la provincia de Cádiz

"Todos debemos ser de Griñán como antes los fuimos de Chaves"

  • El socialista asegura que si alguien en su partido no se declara 'griñanista' es porque no está contento con lo que hay · Considera que cada voto será fundamental el 25-M

Francisco Menacho lo ha sido casi todo en política en sus 30 años de carrera, lo último ser consejero de Gobernación y Justicia. Va como número 3 en la lista socialista y es una de las caras del griñanismo en la provincia.

–¿El mejor aliado del PSOE en esta campaña electoral es el Gobierno de Mariano Rajoy y las decisiones que está tomando?

–El mayor aliado son los andaluces que han podido comprobar que en tan solo dos meses ha mentido porque ha subido los impuestos y ha eliminado una serie de derechos individuales. Ellos son los que se deben dar cuenta.

–El tono de su formación parece más bien el de un partido de la oposición y no el que defiende la Presidencia.

–Yo no lo creo así. Estamos explicando lo que hemos hecho, lo que vamos a hacer y, por supuesto, pidiendo el voto. El presidente Griñán presentó el programa electoral basado en el empleo y con varias medidas que son necesarias. Por ejemplo una agenda por el empleo, el agente del emprendedor o la creación de un Instituto de Crédito Público para dar cobertura a las pequeñas y medianas empresas. Evidentemente, todo esto también hay que contraponerlo con lo que está haciendo el PP. Por ejemplo el plan de reindustrialización debería haber salido en noviembre  y hasta ahora no se sabe cuándo lo va a hacer ni con que cantidad. Y otra cosa ha sido Las Aletas, donde ni siquiera han nombrado al presidente del Consorcio.

–Las encuestas hasta ahora no son muy halagüeñas para su partido. ¿Usted también es de los que piensa como Luis Pizarro que la situación está cambiado a mejor en los ñultimos días?

–Hace unos días me ha pasado un hecho curioso y es que un responsable de CCOO me dijo que él nunca vota al PSOE pero que en esta ocasión está pensando hacerlo para que en Andalucía haya un gobierno progresista. El partido ha cambiado el termómetro del 20-N para acá. En cada encuesta que va saliendo el PP va para abajo.

–¿Habrá que poner el cartel de cerrado por derribo o cerrado por reformas si pierden también las elecciones autonómicas?

–Ahora mismo ningún miembro del Gobierno ni nadie a nivel provincial piensa en ese escenario. Nuestros sentidos están en seguir trabajando por Andalucía y en el estado del bienestar.

–¿No les puede pasar factura también todas las divisiones y enfrentamientos que ha habido a la hora de confeccionar las listas?

–Este partido lo debate y lo vota todo. Si miramos las hemerotecas no es la primera vez que ha pasado.  Claro que ha habido discrepancias muy fuertes , pero una vez que ha acabado ese proceso el partido va a por todo unido.

–¿Se puede caer en la inercia y en la rutina después de 30 años de Gobierno?

–Cuando se habla de que después de 30 años se puede caer en la inercia, también habrá que hablar de Arenas, que lleva toda la vida y encima en la oposición. Yo empecé en el año 1983 en el Ayuntamiento de Olvera y sigo teniendo la misma ilusión que al principio.  El problema no es de años sino de actitudes.

–Un dirigente del PP decía que si en la provincia de Cádiz consiguen sacar ocho diputados y ustedes seis, tendrán la mayoría absoluta. ¿Usted cree que Cádiz tiene esa importancia mayúscula en las elecciones?

–Hay varias provincias que van a ser fundamentales. Málaga porque tiene un diputado más; Sevilla porque es la que cuenta con más elegibles; y Cádiz porque es una provincia urbana.

–Por las encuestas parece que la única manera que tienen de llegar al Gobierno es a través de pactos. Izquierda Unida se presenta como un partido que no quiere saber nada de ustedes. ¿Cree que cambiará después la situación?

–Bueno, veremos que vamos a tener mayoría suficiente. IU hace su campaña, eso está claro, pero dice una cosa fundamental que es que Andalucía tiene que parar las políticas conservadoras que se han puesto en marcha en España.

–¿Tan ajustadas están las cosas que se van a buscar votos de debajo de las piedras, incluso en el extranjero con los emigrantes andaluces?

–Estas elecciones se van a pelear voto a voto.  El partido está teniendo actos en diversos países de Europa y  yo voy en unos días a Alemania.

–¿Le hubiera gustado permanecer al frente del Consorcio y haber coronado su gestión el 19 de marzo?

–Claro que me hubiera gustado. Si se hubiera producido la situación al revés, nosotros no hubiéramos cambiado a los responsables del Consorcio, pero eso es algo pasado y la decisión que han tomado es legítima y democrática.

–Usted es profesor de instituto. ¿Volvería a coger la tiza si se dieran las circunstancias?

–En el año 2000, cundo salí  de la delegación del Gobierno tomé la decisión de volver al instituto y la verdad es que me vino muy bien porque me rejuveneció. La enseñanza es algo gratificante, no es un castigo. Yo siempre digo que soy un interino de la política y un funcionario de la enseñanza, aunque lleve más tiempo en lo primero.

–Usted habrá vivido de todo durante 30 años en la política. ¿Hay algún proyecto con el que realmente se haya sentido frustrado?

–Hay una cosa que no puedo entender y es la Ciudad de la Justicia en Cádiz. Durante más de un año no hemos podido sacar la licitación y todo es de lo más incomprensible y es por no haber podido trasladar a los funcionarios del INEM. Es inconcebible que se hayan pasado tantos meses sin cerrar el acuerdo con el ministerio. Me he dado cabezazos en la pared con este tema.

–Defíname a Luis Pizarro.

–Es un político de los pies a la cabeza y ha dado y dará todo por el partido.

–De usted dicen que es griñanista. ¿Qué es el griñanismo para usted?

–Es que es algo que no existe como tal. Todos los socialistas debemos ser de Griñán como antes lo fuimos de Chaves. Todos podemos tener visiones distintas  a la hora de elegir a alguien pero Rubalcaba es el secretario de todos los socialistas españoles y Griñán de los andaluces. Si alguien dice que no es griñanista  será que no están de acuerdo con lo que hay.

–¿Le gusta que le digan que es un hombre de pueblo?

–Es que lo soy. En los pueblos todo el mundo se relaciona con los demás.  Estoy muy orgulloso de mi pueblo.  Eso sí, me enfado cuando en una venta hay pan de pueblo y le llaman pan cateto. El ser de pueblo no está reñido con la cultura.

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