La crónica

El combate, para las urnas

 A las 9:30 horas de la mañana, Ignacio García, candidato de IU, ya está maquillado y sentado en una sala de Onda Cádiz. Ha llegado el primero. "¿Qué estás repasando?", le pregunta Antonio Sanz, candidato del PP, que llega con varios acompañantes, cuando ve a García ojeando y subrayando unos papeles. Luis Pizarro, el candidato del PSOE, está entonces en el proceso de maquillaje. "¿Qué pasa, cómo está la cosa?". Hay una atmósfera positiva. La cordialidad entre los tres queda patente, al menos a primeras horas de la mañana. Parece que se llevan bien. El enfrentamiento se queda para los mítines, para las urnas, para el debate en sí, que vendría luego. Ni entonces se acaloraría demasiado el ambiente.

Cada uno de los participantes  llegó en compañía de sus responsables de comunicación. García y Pizarro, con  uno cada uno. Sanz no, Sanz viene con la también candidata Ana Mestre, y con Jorge Moreno, coordinador del PP. "¡Ay qué nervios!", exclama el también secretario general de los populares andaluces al entrar en el plató. Quizás sea al que se le note más su estado de emoción antes de enfrentarse al debate. Después, todos se muestran tranquilos.

El presentador de Onda Cádiz les explica a los tres el mecanismo del programa cuando van entrando en el plató. Enfrente tienen dos grandes pantallas que les indican su tiempo de intervención. Cuando quede poco empezará la cuenta atrás. "Esos relojes parece que te están intimidando", bromea Pizarro, que quiere controlar otro asunto, los vasos de agua. "El agua es importante", comenta. Es el que bebe más durante las intervenciones. Las primeras dándoles vueltas a un clip o un alambre en las manos. Quizás también por nervios, o manía. Todos, con sus papeles, se sientan en el lugar destinado para ellos. Los responsables de prensa hacen fotos a sus 'jefes' y ¡acción!.

Sanz, a la última, tiene un Ipad, y se lo coloca delante de los papeles para tenerlo a mano. Ignacio García decide mejor que su asesora se lleve su móvil. Es el único que lleva un pin con la imagen de su partido en la solapa. Siempre lo suele llevar. Sanz se ha decantado por una pulsera del color azul de su formación. 'El cambio andaluz' está inscrito en la misma. Pizarro lleva también pulseras, pero sin lemas, de las de cuero. 

Arriba, en la sala habilitada para los acompañantes y los periodistas, se sigue atento el debate. Pocos comentarios. Eso sí, risas cuando Pizarro confunde Onda Cádiz, con Onda Cero. 

Y en el descanso, todos para abajo, para el plató. Cada asesor con su candidato.  Se podría decir que se reúnen en 'petit comité'. Hablan bajito, para que nadie se entere. Se supone que de cómo han estado, si tienen que mirar más a la cámara. "¿Qué? ¿Cómo va el tuyo?" Se dicen unos a otros.  

Cuando terminan, Sanz se desmaquilla. Pizarro y García salen pitando. Es lo que tiene la apretada agenda de la campaña. 

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