Elecciones Andalucía

Receta para llegar a un tabú

  • En tres días de campaña el PP ha dejado clara la estrategia de Arenas: no citar ni a Griñán ni al PSOE, proponer y no criticar y centrarse en las tres provincias clave que pueden darle la mayoría "suficiente"

Apenas se llevan transcurridos tres días de la campaña electoral. Pero en este corto espacio de tiempo ya ha quedado meridianamente definida la estrategia prefijada por el PP para lograr un histórico: desbancar al PSOE de la Junta de Andalucía. Pero, salvo sorpresa, eso pasa no sólo por ganar el 25-M sino por hacerlo amarrando los 55 escaños que garantizarían ese tabú para Javier Arenas que es la mayoría absoluta.

Y es un tabú porque el candidato del PP a la Presidencia de la Junta huye del término mayoría absoluta como gato que escapa del agua. Es como si entendiera que es un término peyorativo, que causa rechazo en la sociedad posiblemente porque muchos lo asemejan a un rodillo, al típico ordeno y mando de quienes tienen el poder total de una institución. Por eso, Arenas prefiere recurrir a términos como mayoría "suficiente" o mayoría "de gobierno", una opción que las últimas encuestas publicadas no dan por segura pero que, sin embargo, está asentada en el fuero interno de la cúpula del PP-A.

No lo van a reconocer en público, obviamente, porque no se puede desmotivar ni un ápice al electorado, pero es una verdad como un templo que al PP le salen las cuentas. Y esas cuentas están claras: este partido consiguió 47 escaños en las andaluzas de 2008 y si la mayoría absoluta está fijada en 55 representantes (el plenario está compuesto por 109 parlamentarios) a los populares sólo le faltan ocho escaños más, uno por provincia andaluza.

Y de esas ocho provincias, el PP da por hecho que tiene amarradas siete. Es decir, que no dudan en alcanzar el 25-M el séptimo diputado por Sevilla, el noveno por Málaga, el séptimo por Cádiz, el quinto por Huelva, el séptimo por Granada, el sexto por Córdoba e incluso el octavo por Almería, aunque esto último conllevaría pasar del 7-5 a favor del PP de los comicios de hace cuatro años al 8-4, una opción que parece complicada desde fuera pero que el PP, a la vista de sus cuentas internas, da por más que afianzada, entre otras cosas porque en las generales del pasado noviembre los populares superaron al PSOE por la friolera de casi 28 puntos.

Así las cosas, y siempre partiendo de las previsiones de escrutinio que maneja el PP, la única duda estaría radicada en Jaén, una provincia en la que este partido no tiene tan claro que pueda atar su escaño nuevo, primero porque IU puede meter cabeza en esta circunscripción, y segundo porque Jaén ha perdido uno de los 12 escaños que hasta ahora estaban en juego y que ha pasado a ser propiedad de Málaga por criterios de población.

Pero este octavo escaño en el aire no preocupa al PP-A, ya que esta formación ve más opciones de ganar un segundo diputado con respecto a 2008 en otras provincias antes que ganar uno en Jaén. ¿Y cuáles son esas provincias clave? Pues aquellas a las que ya ha llegado la caravana electoral del PP, es decir, Cádiz, Sevilla y Málaga, por este orden. "Si conseguimos el octavo diputado por Cádiz, tendremos garantizada la mayoría absoluta", defiende con una firmeza aplastante un alto cargo de la dirección del PP andaluz.

Pero por si Cádiz fallara, quedan en las recámaras Sevilla o Málaga, de ahí que la caravana "del cambio andaluz" aparcara en Dos Hermanas justo antes del inicio de la campaña en Algeciras, o que haya llegado ya a Los Palacios y Villafranca (ayer) o que hoy vaya a estar en Mairena del Aljarafe. Y eso explica también que el primer mitin de Rajoy junto a Arenas fuera en Málaga, o que el candidato del PP haya cerrado para esta tarde un acto en Antequera precisamente a la misma hora del debate entre Griñán y Valderas al que el líder de los populares no piensa acudir al entender que no se celebra en terreno "neutral".

Dejando a un lado la situación excepcional de Almería, provincia por la que Arenas se presenta como cabeza de lista y que pisará varios días de lo que resta de campaña, el PP parece estar ahorrando esfuerzos, como el velocista que se deja ir cuando tiene la carrera ganada. Por eso, su presencia en Huelva, Jaén, Córdoba o Granada tendrá que esperar posiblemente hasta el miércoles en el primero de los casos y varias jornadas más en los restantes.

Pero en los 4.000 kilómetros que tiene aún por delante la caravana del PP-A (sólo se han cumplimentado 1.000 de los 5.000 previstos) poco se espera que varíe una estrategia que parece estar diseñada hasta el mínimo detalle. Una estrategia en la que Arenas se ha ajustado al papel de proponer proyectos e ideas de futuro para Andalucía. Son los segundos o terceros espadas (Antonio Sanz, Esperanza Oña, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, Juan Ignacio Zoido, etcétera) los que se están encargando del bombardeo contra el PSOE.

Y esos proyectiles son de tres tipos: ERE irregulares, cifras del paro y la manida referencia a los 30 años consecutivos que suman ya los socialistas en el Gobierno andaluz. Con este arsenal, los populares creen que están pudiendo contrarrestar el daño colateral ocasionado por la reforma laboral aprobada recientemente por el Gobierno de Rajoy.

Y para rizar el rizo, Arenas parece haber encontrado una fórmula de castigo a Griñán, al que ningunea no citándole ni a él ni al PSOE en sus intervenciones. En contraposición, se aferra a términos como cambio, empleo, moderación, libertad, concordia, humildad... Sin olvidar sus continuas referencias a Olvera.

El candidato del PP dedicó la tarde de ayer a reajustar con su equipo la estrategia para lo que queda de campaña. Pero extrañaría que incluyera demasiados elementos novedosos. La receta para alcanzar el tabú está definida.

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