Elecciones Andalucía

Populares, socialistas e IU cumplen con la tradición y "todos ganan"

  • El PP alcanza su techo histórico mientras que el PSOE reafirma a su Ejecutiva

Dicen que pasa en todas las convocatorias electorales y que la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana. Almería no se separó ayer ni un ápice de la tradición: el PP ganó (aunque no por lo que pensaba que iba a hacerlo); el PSOE no se desplomó y queda reafirmada su actual Ejecutiva e IU regresa al Parlamento andaluz por primera vez desde hace 16 años. Lo dicho: nadie perdió.

Lo cierto es que las caras que se vieron en el hotel que los populares eligieron para celebrar su victoria, denotaban todo menos eso. De hecho -y también por primera vez en las últimas convocatorias electorales- el día siguiente no tuvo la habitual comparecencia de sus responsables para explicar los resultados. La convocatoria de un más que inoportuno Pleno en el Ayuntamiento capitalino, fue la excusa perfecta que apenas duró unos minutos, ya que hoy tampoco la habrá.

Los que sí salieron para tratar de dar una explicación razonable de la indisimulada fiesta que vivieron la noche del domingo, fueron los responsables del PSOE. Su secretario general provincial, José Luis Sánchez Teruel, se sintió reafirmado en una gestión que desde que se hizo cargo del partido ha sido de todo menos fácil.

"Quien venga aquí con segundas intenciones, no tiene sitio en el partido" reconoció a este medio un Sánchez Teruel que se siente legitimado para llevar a cabo la renovación pendiente desde hace ocho meses, en concreto desde que se hiciera con las riendas de un PSOE que agonizaba en la provincia y donde todos quieren ver ahora un rayo de esperanza.

Los números hablan de una pérdida popular de más de 43.000 votos y una subida de poco más de un millar en los sufragios socialistas en apenas tres meses, todo ello con un descenso más que importante en la participación respecto a la debacle que supuso el 20-N. Aun así, un 51,3% del total de votos emitidos en la provincia suponen un nuevo techo histórico para un Gabriel Amat que da más que la sensación que la no obtención del octavo parlamentario, ha dejado más tocado de lo que los números permiten adivinar.

De hecho, el PP se ha quedado a poco más de 7.000 votos de perder el séptimo, con lo cual la victoria tendría un sabor aún más amargo todavía y el PSOE puede recuperar el quinto (ahora en manos de IU) si el voto de los almerienses residentes en el extranjero cumple con la tradición y les da 451 votos de ventaja.

De hecho, la coalición ya expresó ayer en boca de su parlamentaria electa por Almería, Rosalía Martín que a pesar de que sus cálculos "nos dan incluso más ventaja", si sucede lo contrario "no nos va a cambiar la cara". La coalición no conseguía representación en Almería en unas elecciones autonómicas desde que José Román dejara su escaño en el año 2000.

¿Suponen algo más estos resultados? ¿Es el comienzo del fin para el PP y la recuperación para el PSOE? Si en lugar de autonómicas, hubieran sido locales, el PSOE hubiera logrado la victoria en 49 municipios lo que supone, en boca de Sánchez Teruel "comenzar a teñir la provincia de rojo, algo que en esta casa siempre se ha visto bien".

Lo que sí han conseguido en las filas socialistas es enterrar la disidencia interna que esperaba una derrota en toda regla para reclamar su vuelta al poder. Ahora tienen las manos libres para, por primera vez desde que llegaran al poder, proceder al cambio generacional y al entierro de familias y rémoras del pasado. Diego Asensio y Martín Soler, junto al todavía nutrido grupo de seguidores que aún conservan en algunas agrupaciones locales, deberán esperar a una mejor ocasión para tratar de recuperar un poder al que nunca se han acostumbrado a vivir sin él.

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